El nuevo secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, coincidieron este domingo en una conferencia de prensa conjunta en Tel Aviv en que hay que "detener" el poder de Irán en la región de Medio Oriente.
Pompeo expresó en su primera visita al país desde que accedió al cargo su preocupación "por la escalada de la agresión iraní" y "su deseo de imponer su poder en la región", y agregó: "Estados Unidos están con Israel en esta lucha, y apoyamos su derecho a defenderse".
El nuevo secretario de Estado también se reafirmó en las declaraciones que hoy mismo hizo durante su visita a Arabia Saudí, y afirmó que si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no logra que se corrija el "defectuoso" acuerdo nuclear con Irán, la Administración estadounidense se retirará de este pacto.
Netanyahu, por su parte, dijo estar agradecido por la visita del nuevo jefe de la diplomacia estadounidense, que consideró muy significativa, y afirmó que Pompeo es "un verdadero amigo de Israel".
El primer ministro israelí dijo también que considera a Teherán una gran amenaza y agradeció la posición estadounidense "para detener a Irán en la adquisición de armas nucleares".
"Irán debe ser detenido y estamos comprometidos a detenerlo juntos", dijo con contundencia.
Pompeo reiteró que EEUU está "muy orgulloso" de su plan de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén el próximo 14 de mayo, en lo que describió como un evento que marca "70 años de Israel, que vamos a celebrar juntos, reconocemos la realidad", aunque matizó, "las fronteras de la soberanía israelí en Jerusalén siguen siendo un asunto a resolver".
Según el secretario de Estado, la Casa Blanca está "comprometida a una solución negociada entre Israel y los palestinos", pero no dio más detalles sobre la hipotética propuesta para una negociación de paz que se prevé que Washington presente en un futuro próximo.