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| Los sobrevivientes relataron que fueron divisados pero nadie los ayudó. |
Obispos de la Iglesia Católica italiana compararon la ley antiinmigración del gobierno de Silvio Berlusconi con el nazismo, e hicieron un llamado a reaccionar frente al tema, luego de la muerte de 73 personas luego de que un barco que transportaba migrantes quedara a la deriva por 20 días.
"Occidente tiene los ojos cerrados, no quiere ver las barcazas de inmigrantes sin papeles, así como durante el nazismo no quería ver los trenes repletos de judíos llevados a los campos de exterminio", manifestaba la crítica firmada por los obispos italianos.
De esta forma, los prelados criticaron duramente la política llevada a cabo por el gobierno de Silvio Berlusconi contra los extranjeros ilegales, señalando en la editorial de Avvenire, diario de la Conferencia Episcopal italiana, que "ninguna política de control puede permitir abandonar un barco cargado de náufragos".
La polémica se desató en la sociedad italiana luego de que un barco repleto de inmigrantes provenientes de Eritrea -país del noreste de Africa y sobre el Mar Rojo- permaneciera a la deriva durante 20 días causando la muerte de 73 de sus pasajeros, y que según el relato de sobrevivientes, fueron avistados por embarcaciones pero nadie los ayudó.
Según se lee en la publicación católica, la ley actual "ordena que en el mar se debe socorrer. Luego, en tierra, se verá si se les da asilo, recepción o rechazo, pero primero las vidas se salvan". Sin embargo, los obispos indicaron que este caso demuestra que se aplica "otra ley, la de no detenerse, la nueva ley del no ver", como durante el Holocausto.
La polémica comparación con el exterminio de judíos fue criticada por el vicepresidente de los diputados del partido oficialista Pueblo de la Libertad, Osvaldo Napoli, quien declaró que "las acusaciones del diario católico y la comparación entre el destino de los inmigrantes y el Holocausto, ofende atrozmente a los judíos, a Israel y a Italia".
Por su parte, el rabino en jefe de Roma, Riccardo Di Segni, sostuvo que "más allá de las comparaciones históricas, la denuncia contra la indiferencia es absolutamente compartible desde lo moral", ya que "ante todo lo que hay aquí es una emergencia humanitaria, que hay que enfrentar con decisión", ya que "los seres humanos no son una mercadería".