El jefe de la Cosa Nostra fue capturado el pasado día 12 en su comarca natal de Corleone, en una casona de campo en la que, según la Policía, se escondía desde hacía más de un año.
El máximo jefe de la Cosa Nostra, Bernardo Provenzano, se negó este jueves a dar ninguna información a los fiscales antimafia que acudieron a interrogarle a la cárcel de alta seguridad de Terni (centro de Italia), donde está detenido desde la semana pasada.
Los fiscales adjuntos de Palermo Marzia Sabella y Michele Prestipino estuvieron menos de una hora con Provenzano, de 73 años y que pasó más de 40 como fugitivo, pero éste se acogió a su derecho a no responder, informó su abogado, Franco Marasa.
Este primer interrogatorio del capo supremo de la Cosa Nostra tuvo lugar en una sala cercana a la celda que ocupa Giovanni Riina, el hijo del predecesor de Provenzano en la cúpula de la mafia siciliana, Salvatore "Totó" Riina.
Este último fue detenido en 1993 y condenado a cadena perpetua, tras lo cual Provenzano se hizo cargo de la dirección de la mafia.
El fiscal nacional antimafia, Pietro Grasso, había anticipado que el interrogatorio era "un acto debido" y que no tenía muchas esperanzas de que el detenido colaborase con la Justicia.
Bernardo Provenzano fue capturado el pasado día 12 en su comarca natal de Corleone (Sicilia), en una casona de campo en la que, según la Policía, se escondía desde hacía más de un año.
Los investigadores dijeron que le localizaron siguiendo la pista de paquetes que le llegaban regularmente, además de por los famosos "pizzini" (papelitos mecanografiados) que utilizaba para comunicarse con su familia y sus cómplices.
El arresto del que era el fugitivo más buscado de Italia fue aplaudido por las autoridades como uno de los mayores golpes contra la mafia siciliana, y el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, aseguró que, tras la operación, la Cosa Nostra está "decapitada".
Los investigadores, sin embargo, ya han apuntado varios nombres como posibles sucesores del "jefe de jefes", entre ellos el del mafioso Salvatore Lo Piccolo, de 64 años y en paradero desconocido desde hace ocho, y el del también fugitivo Matteo Messina Denaro, de 43 años. (EFE)
