El Gobierno nipón presentó este lunes una protesta ante la embajada china en Tokio por la incursión de dos patrulleras de vigilancia de ese país en aguas en torno a las islas Senkaku y Diaoyu, cuya soberanía se disputan ambos países.
La nueva queja de Tokio, que administra de facto las islas, se produce luego que dos embarcaciones entraran en aguas que Japón considera su territorio después de haber permanecido en la zona contigua del archipiélago durante gran parte del domingo.
Como es habitual desde los últimos meses, el Servicio de Guardacostas japonés procedió a avisar de la intrusión a las patrulleras chinas, que desoyeron las alertas al considerar esas aguas como su territorio.
Tras entrar las embarcaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores nipón protestó la acción por vía telefónica a la embajada de Beijing en Tokio, aunque las autoridades chinas rechazaron la queja al insistir en que tienen soberanía sobre las islas, detalló el canal de televisión NHK.
Se trata de la vigésimo quinta ocasión en la que barcos chinos entran en aguas de las Senkaku desde que en septiembre Japón anunciara la compra de tres de las cinco islas del pequeño archipiélago, situado en el Mar de China Oriental.
El recrudecimiento del conflicto en los últimos meses llevó las relaciones entre las dos primeras economías de Asia a su momento más bajo durante años, lo que ha afectado también a los intereses económicos de Japón en China, su primer socio comercial.
Al margen de la protesta formal, el Gobierno japonés fortaleció la conexión entre la oficina del primer ministro, Shinzo Abe, y el centro de enlace encargado desde 2010 de observar los movimientos marítimos y aéreos en torno a las islas en disputa, deshabitadas y de apenas siete kilómetros.