Los suicidios de personas que se vieron afectadas por el tsunami y el terremoto de marzo de 2011 en el noreste de Japón subieron un 54 por ciento el año pasado con respecto a 2012, según los datos publicados por las autoridades niponas.
En las prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por la catástrofe, se produjeron 37 suicidios relacionados con la tragedia, 13 más que el año precedente, según el balance anual hecho público por la Agencia Nacional de Policía y publicado dos días después del tercer aniversario de la tragedia.
Mientras aumentaron los suicidios en las tres regiones más afectadas por la catástrofe natural y por la crisis nuclear, el número para todo el país disminuyó un 2,1 por ciento, hasta 27.283, el cuarto descenso interanual consecutivo.
En, la región de Fukushima, donde se ubica la accidentada central de Fukushima Daiichi, los suicidios vinculados por la policía directamente a la tragedia aumentaron desde los 10 de 2012 hasta los 23 en 2013.
Miyagi registró 10 suicidios, 7 más que el año precedente, mientras que en Iwate se produjeron 4, la mitad que en 2012.
La policía vincula estos sucesos a la catástrofe a partir de notas dejadas por los fallecidos y de declaraciones de sus familiares, y tiene en cuenta también si los fallecidos eran residentes en alojamientos temporales o personas involucrados en las labores de reconstrucción.
Los evacuados "pueden sentirse estresados por no saber cuándo volverán a sus casas, alejados de su seres queridos o aislados de la gente que les rodea", explicó Yasuyuki Shimizu, un responsable de la organización nipona de concienciación contra el suicidio Life Link, en declaraciones a la agencia Kyodo.
En total, el terremoto y el tsunami causaron 15.884 muertos y 2.633 desaparecidos, según los últimos datos de la Agencia Nacional de Policía.