Las autoridades saudíes aún no han revelado detalles sobre las nacionalidades de los 345 fallecidos el jueves 12 de enero en una estampida en un puente cercano a La Meca, abarrotado de peregrinos que se disponían a llevar a cabo un ritual.
Sin embargo, los distintos países van dando poco a poco a conocer algunas informaciones y así se sabe que entre los muertos en la avalancha humana hay 27 indios, "una treintena" de paquistaníes, 10 egipcios, cuatro chinos y dos marroquíes, según las informaciones oficiales llegadas de estos países.
También se confirmó la muerte de un británico y de una francesa por los Gobiernos de sus respectivos países.
Las autoridades saudíes convocaron a una rueda de prensa a las 17:00 hora local (14:00 GMT) en la que prometieron revelar más detalles sobre la tragedia, sus causas y la nacionalidad de los muertos.
Autoridades buscan resquicio legal para evitar nuevas tragedias
El Gobierno saudí pidió apoyo a los líderes religiosos en los distintos países islámicos para que no se repitan estampidas humanas en los lugares sagrados, como la que el jueves costó la vida de al menos 345 peregrinos en La Meca.
El ministro del Interior, príncipe Nayef ibn Abdelaziz, solicitó ayuda "a los líderes islámicos" para que contribuyan a encontrar en la legislación musulmana la posibilidad de mejorar el rito de la "lapidación de las columnas del diablo" de forma que se eviten las enormes aglomeraciones de gente.
El principal problema de este ritual, que en tres ocasiones ha sido origen de accidentes con cientos de muertos en los últimos veinte años, es que los cerca de dos millones de peregrinos deben realizar este rito en menos de seis horas y en un espacio reducido de poco más de un kilómetro de largo.
El ministro atribuyó la tragedia, ocurrida en un puente que da acceso a las columnas que representan al diablo en la localidad de Mina, pegada a La Meca, al limitado tiempo fijado por los sabios islámicos para que los peregrinos realicen este ritual.
A su juicio, para evitar que se repitan estampidas similares en los próximos años, los líderes religiosos "tanto en Arabia Saudí como en los demás países islámicos tienen que buscar en la 'Sharia' (ley islámica) algo que permita más tiempo a los peregrinos para que no se congreguen todos en el mismo lugar y a la misma hora".
Además, consideró importante concienciar a los peregrinos para que no se apresuren en realizar los rituales, especialmente el llamado apedreamiento del diablo, con el que se pone fin a la peregrinación a La Meca y Medina, cunas del Islam, en los que este año han participado más de dos millones y medio de fieles de todo el mundo.
La tragedia ocurrió en el llamado puente de Al Yamarat, cuando la mayoría de los peregrinos que abarrotaban el lugar pretendían cumplir entre el mediodía y el ocaso del sol -como manda la tradición- con el apedreamiento de las tres columnas que representan a Satán.
No es la primera vez que se producen accidentes de este tipo durante la celebración del rito, considerado el más peligroso de la peregrinación.
En 1990, más de 1.400 peregrinos fallecieron en una estampida similar y en 2004, un total de 244 personas perdieron la vida en Mina. (EFE)