En su conocido y polémico estilo confrontacional, el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, deploró que la Cámara de Diputadas y Diputados haya rechazado una declaración que condenaba los atentados que perpetró Hamás contra territorio israelí el 7 de octubre del año pasado, casus belli de la guerra que mantiene Tel Aviv en la Franja de Gaza, y acusó a los parlamentarios chilenos de no reconocer los derechos humanos del pueblo judió.
El proyecto de resolución, promovido por el diputado Miguel Ángel Calisto (Demócratas) y firmado por Roberto Arroyo (Partido Social Cristiano), los republicanos Chiara Barchiesi y Benjamín Moreno y la PPD Helia Molina, había sido ingresado el 11 de octubre, cuatro días después del ataque del grupo islamista palestino, pero votado recién ayer viernes, 31 de mayo.
Obtuvo 46 votos a favor, 34 en contra y 15 abstenciones, pero fue rechazado por no conseguir el quórum necesario. Los apoyos provinieron de la derecha, además de los diputados oficialistas Tomás Hirsch (Acción Humanista) y Héctor Ulloa (independiente, bancada PPD), y los DC Eric Aedo y Alberto Undurraga; y las negativas, desde la izquierda, mientras que la diputada Molina, pese a que suscribió el texto, no votó.
"DDHH sí, menos a los judíos", recriminó Artzyeli.
Acto seguido, y según su perspectiva como representante de Israel, describió una conversación imaginaria que podrían haber tenido algunos de los parlamentarios con sus hijos tras no condenar "la peor masacre sufrida por el pueblo judío después del Holocausto":
- "Mamá, vi que votaste en contra de condenar asesinatos, mutilaciones, violaciones y secuestros, incluido de bebés y niñas. ¿Por qué?".
- "Oye, mi amor, ¿cómo te explico? Pues, ehhh, la cosa es que... Pues, mira mi amor, las víctimas eran judíos. Te prometo que siempre votaré en contra de atrocidades, si no son contra judíos".
Tras los atentados del 7 de octubre en suelo israelí, que dejaron más de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, el gobierno de Bejamín Netanyahu declaró estado de guerra e inició una invasión y una serie de bombardeos en Gaza, que se mantienen hasta la actualidad, pese a una creciente y generalizada animadversión internacional -salvo algunas potencias- e incluso una reciente reprimenda de EE. UU., su mayor aliado.
De hecho, en la Cuenta Pública de este sábado, el Presidente Gabriel Boric exigió una "firme respuesta" de la comunidad internacional frente a las acciones "indiscriminadas y absolutamente desproporcionadas" que está cometiendo del Estado judío en Gaza, y anunció que Chile se sumará al caso que presentó Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el marco de la Convención sobre Genocidio la ONU.
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, más de 36.300 personas han muerto y otras 82.400 han resultado heridas por los ataques de Israel desde que comenzó la guerra en el enclave palestino. Se estima además que los cuerpos de unos 10.000 desaparecidos continúan enterrados bajo los escombros.
QUÉ DECÍA LA RESOLUCIÓN RECHAZADA
La resolución rechazada declaraba que la Cámara Baja manifestaría "su total condena a los atentados perpetrados por el grupo terrorista Hamás contra el estado de Israel" y solicitaría al Presidente de la República "que manifieste enérgicamente el sentir del pueblo chileno frente a los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra la población civil de Israel por parte de este grupo terrorista (...) que amenaza la paz mundial (...) y tome medidas administrativas, diplomáticas y humanitarias".
Destacaba que Chile reconoció en 1949 a Israel como un Estado soberano, y que "desde aquella fecha, las relaciones entre ambos países han ido en constante desarrollo, siendo conocida la colaboración en materia económica, militar, desarrollo científico, forestal, cultural, medioambiental y diplomática entre ambos Estados".
Asimismo, hacía hincapié en que el país hebreo "alberga una de las mayores poblaciones de chilenos residentes en el extranjero dentro de los países del Oriente Medio, estimándose -según el Ministerio de Relaciones Exteriores en 2005-, que dicha cifra alcanzaba los 5.489 personas, y que a día de hoy alcanzaría los 10 mil nacionales".
Además, sostenía que el conflicto "no solo afecta enormemente al Estado de Israel, sino que también afecta a diversos compatriotas que, en el contexto de diferentes situaciones como su residencia o actividades religiosas o vacacionales, se encuentran actualmente en diferentes partes de Israel y Palestina, y quienes han manifestado la necesidad que el Estado les ampare proporcionando su retorno inmediato a nuestro país (...) estimándose este número en más de 140 personas que se encontrarían entre ambos territorios en disputa, 113 en Israel y 27 en Palestina"; todo según la información que había al 11 de octubre del año pasado.