El Ejército israelí continuó sus ataques sobre varios "objetivos terroristas" en Gaza este sábado, cuando se activaron de nuevo las sirenas antiaéreas en comunidades de Israel adyacentes al enclave y tras el disparo, la última noche, por milicias palestinas de al menos 31 proyectiles hacia su territorio.
El Ejército informó en un escueto comunicado que estaba "atacando objetivos terroristas" en la Franja durante esta mañana, cuando volvieron a sonar las alertas antiaéreas en las regiones israelíes de Shaar HaNeguev, Eshkol y Hof Ashkelon por disparos desde la Franja.
La nueva ronda de ataques desde Gaza siguió a una noche de bombardeos sobre "varias posiciones militares", incluidos "un complejo utilizado para preparar ataques terroristas incendiarios", una instalación de entrenamiento y dos túneles en el norte y en el sur del enclave, tras el lanzamiento de 31 proyectiles palestinos, 6 interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
"El bombardeo se realizó en respuesta a los actos terroristas instigados durante los disturbios violentos ocurridos ayer a lo largo de la valla de seguridad, además de los continuos ataques incendiarios que dañan el territorio israelí a diario con el lanzamiento de globos desde la Franja", declaró el Ejército, que responsabiliza a Hamás de estas agresiones.
Resistencia "no dudará" en responder agresiones en Gaza
Fawzi Barhoum, portavoz del movimiento islamista que controla de facto la Franja desde 2007, dijo en un comunicado que Hamás "manda un mensaje claro (a Israel) y garantiza el equilibrio de la disuasión rápida para obligar al enemigo a detener la escalada".
Su brazo armado, las Brigadas de Azedín al Kasam, responsabilizó completamente a las autoridades israelíes "de más agresiones sobre Gaza" y advirtió que "pagará un alto precio por su terquedad".
Mientras, el movimiento Yihad Islámica, el segundo mayor en la Franja, aseguró que la "resistencia no dudará en responder a cualquier agresión contra Gaza", y afirmó: "El tiempo que ha pasado sin responder ha terminando".
La tensión es alta en la línea divisoria desde el inicio, el 30 de marzo, de las movilizaciones que reclaman el derecho al retorno y contra el bloqueo impuesto a la Franja, en las que han muerto 139 palestinos, la mayoría en las protestas, además de en incidentes violentos cerca de la frontera.
Israel considera que el movimiento islamista Hamás utiliza estas manifestaciones para infiltrarse y cometer ataques "terroristas".
Asimismo, desde que comenzaron las protestas, los palestinos lanzan habitualmente globos y cometas incendiarias que han provocado cientos de incendios e importantes daños en tierras agrícolas israelíes.