El saldo de víctimas mortales israelíes por el ataque sorpresa que la organización islamista Hamás lanzó el sábado pasado ha subido a 1.400, según afirman este viernes medios hebreos citando fuentes sanitarias, mientras que el de muertos en Gaza causado por los bombardeos israelíes está de momento en los 1800.
Además, en Israel se han hospitalizado más de 3.430 heridos, de los que más de 350 se encuentran en estado crítico o grave , de acuerdo con el Ministerio de Sanidad israelí.
La cifra de muertos ha subido en los últimos días al progresar la búsqueda e identificación de los cadáveres dejados por los milicianos de Hamás tras su ataque del sábado a unas treinta comunidades cercanas a la Franja de Gaza, donde aproximadamente un millar de civiles fueron masacrados en sus casas.
El Gobierno israelí ha confirmado la muerte de 258 militares caídos en combate contra Hamás durante la lucha por la reconquista del terreno controlada por la organización islamista, que duró hasta el martes pasado, aunque esta cifra aún puede subir.
También ha notificado a las familias afectadas 120 casos confirmados de rehenes trasladados a Gaza, al tiempo que Hamás aseguró hoy que 13 cautivos fallecieron en las últimas horas por bombardeos del Ejército, cuando el lunes ya había informado de la muerte de otros cuatro en las mismas circunstancias.
El saldo de víctimas por los bombardeos aéreos israelíes en Gaza alcanza ya los 1.799 muertos, además de 6.388 heridos, a lo que se suman 46 fallecidos en Cisjordania, donde murieron este viernes al menos 10 palestinos por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes y los colonos ultraderechistas, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Con los aproximadamente 1.200 milicianos de Hamás que murieron en combate con el Ejército israelí entre el ataque del sábado y la reconquista del terreno completada el martes, el saldo total de estos siete días de guerra supera ampliamente los 4.400.
Aunque la inmensa mayoría de los muertos palestinos se dan por los bombardeos en Gaza, también está aumentando la violencia en la Cisjordania ocupada, donde este viernes se han registrado numerosas protestas palestinas dispersadas por las fuerzas de seguridad israelíes, pero también una oleada de ataques de colonos judíos ultraderechistas contra aldeas palestinas.
BLINKEN: "LOS CIVILES NO SON EL OBJETIVO DE LAS OPERACIONES DE ISRAEL" EN FRANJA DE GAZA
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró hoy que "los civiles no son el objetivo de las operaciones israelíes" contra la Franja de Gaza, aunque reconoció que muchas familias del enclave palestino "están sufriendo sin tener culpa" de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.
"Los civiles no son el objetivo de las operaciones israelíes, son el objetivo deliberado de las acciones de Hamás", dijo Blinken en una rueda de prensa junto a su homólogo catarí, Mohamed bin Abderrahman, desde Doha, donde el responsable estadounidense visita dentro de su gira por Oriente Medio.
Afirmó que Estados Unidos está en contacto con las autoridades de Israel para "tomar cualquier precaución para evitar dañar a civiles", aunque dijo que es complicado porque, según Blinken, Hamás está utilizando a los civiles como "escudos humanos" en las áreas pobladas de Gaza.
El jefe de la diplomacia estadounidense, además, eludió responder si su país apoya el ultimátum que ha dado el Ejército de Israel a los habitantes del norte de la Franja de Gaza para que se desplacen al sur, lo que implicaría la reubicación de más de 1,1 millones de palestinos y ha sido calificado por organizaciones de derechos humanos de "crimen de guerra".
"Nuestra prioridad es abrir zonas seguras", dijo Blinken, evitando la pregunta directa de una periodista, mientras que se limitó a afirmar que Estados Unidos está en contacto con organizaciones humanitarias, con Israel y otros países para abrir esas "zonas seguras", que consideró son "la mejor forma de garantizar que los civiles puedan estar a salvo y recibir la ayuda que necesitan".
Asimismo, denunció que Hamás está "bloqueando carreteras a los palestinos que se están trasladando al sur de Gaza", y eso resulta un impedimento para la entrega de ayuda humanitaria.
El estadounidense aseguró que Washington "lamenta la pérdida de cualquier vida inocente", sea palestina o israelí, mientras que reconoció que la situación en la Franja de Gaza es "urgente".