El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo este jueves que "el Estado Islámico es responsable de genocidio contra grupos religiosos" cristianos y yazidíes en Irak y Siria.
"Debemos reconocer qué es lo que está haciendo ISIS a sus víctimas", dijo Kerry en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado, donde señaló que corresponde a tribunales internacionales la persecución de tales "atrocidades", que Washington ayudará "firmemente" a documentar.
Según consignó la agencia EFE, el Departamento de Estado norteamericano llevaba meses evaluando si calificar los asesinatos religiosos de ISIS como actos de genocidio y limpieza étnica, una definición legal que puede tener implicaciones prácticas, puesto que Estados Unidos es parte de la convención de Naciones Unidas contra el genocidio, aprobada en 1948.
Dicho tratado llama a los Estados firmantes a "castigar" el genocidio, definido como actos "comprometidos con la intención de destruir, por completo o en parte, un grupo nacional, étnico, racial o religioso".
No obstante, funcionarios estadounidenses aseguraron en las últimas horas que la mención no obligará al Gobierno de Barack Obama a endurecer su campaña militar contra los yihadistas.
Pronunciamientos previos
Recientemente la Cámara de Representantes de EE.UU. ya aprobó una resolución que tachaba de "genocidio" la violencia perpetrada por el EI en Irak y Siria contra los cristianos, los kurdos, los seguidores del Yazidismo y otras minorías étnicas de la región.
La iniciativa legal, apoyada por ambos partidos, llamaba a todos los gobiernos del mundo -incluido el de EE.UU.- a "llamar a las atrocidades del EI por su nombre: crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio".
"El EI es culpable de genocidio. Ha utilizado los asesinatos en masa, decapitaciones, crucifixiones, violaciones, tortura y esclavitud en su campaña deliberada para eliminar a las minorías religiosas y terminar con su historia", indicó tras la votación el republicano Ed Royce, uno de los promotores de la resolución.
En 1994, el Gobierno de Bill Clinton se resistió a emplear la etiqueta "genocidio" en el caso de Ruanda por temor a que eso le obligara a tomar medidas concretas, según aseguró en 2002 la actual embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power.