El grupo yihadista Estado Islámico (EI) mantiene retenidos a unos 70.000 civiles en Al Qayara, al sur de Mosul, para utilizarlos como escudos humanos ante la inminente ofensiva de las fuerzas iraquíes, que ya han cercado esta ciudad.
Desde que las tropas, apoyadas por milicianos tribales, bloquearon todos los accesos a la localidad y cortaron sus vías de suministros, los extremistas se preparan para frenar el asalto con métodos que asfixian aún más a la población.
El alcalde de la provincia, Saleh al Yaburi, explicó a la agencia EFE que en Al Qayara permanecen al menos 70.000 personas, mientras que otras 40.000 lograron huir hacia sitios seguros en las provincias cercanas de Kirkuk y Saladino antes de que los radicales desplegaran francotiradores en las salidas.
"Los yihadistas impiden a miles de familias abandonar la población para utilizarlos como escudos humanos", aseguró Al Yaburi sobre los métodos del EI para frenar la operación de liberación de la ciudad.
La irrupción en la urbe, que está en manos de los extremistas desde junio de 2014, es el último paso después de que las tropas iraquíes arrebataran a ISIS el control de varias localidades y zonas en la periferia de Al Qayara.
Además de retener a los civiles, los terroristas están quemando pozos de petróleo para obstaculizar con el humo que generan los incendios las operaciones de la aviación militar iraquí.
Cacería humana
Según el responsable de Al Qayara, al menos 30 personas, la mayoría de ellas bebés y ancianos, murieron en los últimos días asfixiados a causa de las gases tóxicos que emanan estos incendios.
A estas intoxicaciones se suma que el EI está vertiendo el petróleo crudo al río Tigris desde los yacimientos de Nayma, lo que supone asimismo un peligro para el medio ambiente.
Abu Yabr al Lhibi, un habitante de Al Qayara, aseguró a EFE que nubes de humo cubren la ciudad entre la "indiferencia" de los miembros del EI antes esta situación.
No son, sin embargo, indiferentes a los movimientos de la población: "Cazan a cualquier persona que intenta abandonar la ciudad", dijo Al Lhibi desesperado.
Para este ciudadano, el retraso de las fuerzas iraquíes en liberar Al Qayara implica "una contribución en los crímenes perpetrados por el EI contra la población".
Pocos habitantes han conseguido huir de la localidad recientemente, y los que superan sus límites no tienen tampoco garantizado sobrevivir.