El movimiento civil israelí convocó una semana de protestas en Israel contra el Gobierno de Benjamín Nentanyahu y a favor de la celebración de elecciones anticipadas para antes del aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre.
Las manifestaciones comenzaron este domingo con el bloqueo de varias autopistas y carreteras, y seguirán mañana con una marcha masiva por la tarde ante la Knéset (Parlamento israelí) en Jerusalén.
El objetivo de los grupos es convocar al menos a un millón de personas.
El martes hay programada otra protesta frente a la Knéset y el miércoles se celebrará una manifestación en el sur. El jueves, los manifestantes tienen planeado concentrarse frente a las residencias del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén y en Cesárea, recoge el periódico The Times of Israel.
Desde hace meses, miles de israelíes críticos con la gestión del primer ministro han salido a las calles de Tel Aviv y, en ocasiones, de Jerusalén para pedir su dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas.
En los últimos meses, además, al movimiento se ha unido el de las familias de los rehenes israelíes en Gaza, que piden un acuerdo de alto el fuego que permita liberar a los 116 secuestrados que siguen en el enclave palestino, que ya acumula más de 37.200 muertos.
Entre sus demandas se encuentra, también, la de un servicio militar igualitario, después de que los legisladores israelíes accedieran la semana pasada a tramitar un proyecto de ley para apuntalar la tradicional exención militar de los estudiantes judíos ultraortodoxos.