Al menos 30 personas resultaron heridas esta noche en bombardeos de la aviación israelí en Gaza y cuatro viviendas fueron destruidas en un ataque que responde al lanzamiento de más de 300 cohetes a Israel desde el pasado sábado.
Según Asraf al Qedra, portavoz de Emergencias en la Franja, nueve de los heridos estaban en una vivienda del este de la ciudad meridional de Jan Yunis, y debieron ser tratados en un hospital de la zona.
Testigos y fuentes de Seguridad informaron, por su parte, de que los aviones israelíes atacaron las viviendas de las familias Al Hashash, en la ciudad meridional de Rafah, y Abdelala, en Jan Yunis, algunos de cuyos miembros supuestamente pertenecen a Hamas.
Miembros de la primera explicaron, además, que durante la noche recibieron una llamada de una persona que hablaba mal árabe y que se identificó como miembro de los servicios de Seguridad israelíes, que les pidió que abandonaran el edificio porque iba a ser atacado en cinco minutos.
Pasado el tiempo, sonó un primer disparo de aviso y cuando la casa estaba vacía fue atacada y quedó reducida a escombros.
Israel y Hamas se colocaron anoche al borde de un conflicto de gran envergadura después de que el brazo armado de la organización, las "Brigadas Izadim al Qasem" anunciara que había lanzado una andanada de cohetes contra israel y el gobierno israelí acordara ampliar su ofensiva contra el movimiento islamista en Gaza.
Cifras del Ejército israelí aseguran que alrededor de 200 cohetes han sido lanzados desde Gaza, sin causar víctimas, desde que el pasado 12 de junio tres jóvenes israelíes -hallados muertos el lunes- desaparecieran cuando hacían autostop cerca del bloque de colonias de Gush Etzion, en la Cisjordania ocupada.
Los disparos han sido respondidos con bombardeos israelíes, que han causado la muerte a once milicianos -seis de ellos de Hamas- y a un niño de siete años, y heridas a 25 personas más, en su mayoría civiles.
Fuentes egipcias admitieron el viernes que el gobierno de El Cairo había iniciado una mediación entre Hamas e Israel para salvar la tregua firmada en 2012, tras la cruenta operación israelí "Pilar defensivo".