Egipcio que espió para el Mosad escribía un libro sobre ese mundo
El sujeto llevaba escrito casi la mitad de un libro sobre la guerra de Yom Kipur cuando se produjo su misteriosa caída al vacío desde un cuarto piso en Londres.
El sujeto llevaba escrito casi la mitad de un libro sobre la guerra de Yom Kipur cuando se produjo su misteriosa caída al vacío desde un cuarto piso en Londres.
Un millonario egipcio identificado como espía del Mosad que murió recientemente en Reino Unido al caer del balcón de su residencia estaba escribiendo un libro en el que se proponía exponer "el sombrío mundo" del espionaje árabe-israelí, informa el periódico The Sunday Times.
Ashraf Marwan, de 62 años, yerno del fallecido presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, llevaba escrito casi la mitad de un libro sobre la guerra de Yom Kipur, en la que supuestamente desempeñó un papel como espía a favor de Israel, cuando se produjo su misteriosa caída al vacío desde un cuarto piso.
Según fuentes israelíes de los servicios de inteligencia, Marwan fue uno de los mejores espías reclutados nunca por el Mosad, al que proporcionó valiosas informaciones sobre Egipto y el mundo árabe en general.
Sin embargo, Ahron Bregman, historiador israelí en el King's College londinense, opina, según el dominical, que Marwan era un agente doble que engañó a los israelíes sobre los planes de guerra egipcios.
Bregman informó a The Times que, antes de que se conociera su muerte, el egipcio le había dejado tres mensajes en su contestador telefónico el pasado martes, en el que le pedía urgentemente que se pusiera en contacto con él.
"Yo estaba fuera de casa, pero finalmente hablé con él, que me preguntó por un reciente proceso por libelo en Israel", explicó el historiador.
El proceso afectaba a dos ex funcionarios del espionaje israelí uno de los cuales había acusado al otro de haber filtrado el nombre de Marwan como espía.
Según Bregman, el egipcio le confesó que ese caso judicial se había convertido en un "quebradero de cabeza" para él y le pidió que fuera a verle al King's College al día siguiente.
"No volvió a llamarme, y luego me enteré de que había muerto", dijo Bregman, quien acusó hace ya cuatro años en un periódico egipcio a Marwan de ser un doble agente.
"Me dijo que no le enviase nunca nada a su dirección porque estaba sometido a constante vigilancia. Era muy cauto y nunca se refería a sí mismo por el nombre", explicó el historiador israelí.
Hijo de un general egipcio, Marwan estudió en la universidad de El Cairo, donde conoció a Mona, la hija de Naser, con la que se casó al año siguiente y de la que tuvo dos hijos.
Según fuentes israelíes, en 1969, Marwan se puso en contacto en Londres con los servicios secretos de aquel país y comenzó una relación de treinta años durante la cual pasó al Mosad todo tipo de información clasificada, incluidas las minutas de las reuniones entre el presidente egipcio Anuar Sadar y otros líderes políticos.
Marwan, que trabajaba en la oficina de Sadat, puso como condición, según el periódico, que se le pagaran el equivalente de 50.000 libras por cada reunión importante que mantuviese con sus contactos israelíes.
Mucho tiempo antes, el material que pasaba Marwan se había convertido en lectura obligada de la primera ministra israelí, Golda Meir, y su ministro de Defensa, Moshe Dayan.
Marwan reveló al Mosad detalles sobre acuerdos secretos de venta de armas entre Egipto y la Unión Soviética, siempre según fuentes israelíes.
El espía egipcio entregó en 1973 a su contacto israelí una cartera llena de documentos en los que se detallaban los planes egipcios para cruzar el canal de Suez y atacar Israel aunque los jefes militares de este último país optaron por hacer caso omiso.
Poco antes de que Siria y Egipto lanzasen finalmente su ataque, Marwan avisó al entonces jefe del Mosad, Zvi Zamir, de la hora exacta a la que se produciría.
Pese a todo, en Egipto, señala The Sunday Times, Marwan siguió siendo considerado un héroe hasta el punto de que fue incluso condecorado por el presidente Sadat antes de trasladarse a vivir a Londres, donde se dedicó con evidente éxito a los negocios. (EFE)