El gobierno egipcio acusó a Israel de "discriminación racial" tras la controvertida ley aprobada el jueves por el parlamento israelí para proteger la identidad judía del país, informó este sábado en un comunicado el ministerio egipcio de Exteriores.
La ley, que también reserva el derecho a la autodeterminación al colectivo judío, deja el hebreo como única lengua oficial y legaliza los asentamientos, "socava las oportunidades de lograr la paz y el alcance de una solución justa y global a la causa palestina".
Además, el gobierno de Egipto, único país de la región con Jordania que tiene un acuerdo de paz firmado con Israel, declaró que la nueva ley puede afectar al derecho al regreso de los refugiados palestinos, establecido por las leyes internacionales y que considera "irrenunciable".
El comunicado hizo hincapié en los posibles peligros de esta norma debido al reconocimiento de "Jerusalén unificado como capital de Israel".
La nota insiste en la "postura firme" de Egipto en el apoyo "de los derechos legales del pueblo palestino", principalmente el establecimiento de un Estado palestino independiente cuya capital es Jerusalén Este.
Asimismo, pide a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad de preservar los derechos históricos y legales del pueblo palestino, trabajar por retomar las negociaciones y fomentar el proceso de paz entre los dos Estados.
El 19 de julio, la Liga Árabe condenó esta ley, al asegurar que con ella se legaliza el régimen segregacionista del "apartheid" y "se practica la limpieza étnica".
La organización, con sede en El Cairo, la consideró una "extensión de la herencia colonial" que "consolida" las "prácticas racistas (de Israel) que anulan al otro imponiendo los hechos por la fuerza".