El primer ministro israelí, Ariel Sharon, se encuentra en estado muy grave y su vida corre peligro, informó este sábado el hospital Hadasa, en las afueras de Jerusalén, donde se encuentra internado en estado crítico.
No obstante, según las últimas informaciones procedentes del hospital, citadas por la radio pública israelí, el estado de Sharon no es tan irreversible como se creía después de examinar la tomografía computerizada tomada la mañana de este sábado.
Portavoces del hospital Hadasa darán a conocer el último parte médico oficial sólo después de finalizar la intervención quirúrgica a la que está siendo sometido y que empezó poco después que fuese llevado al quirófano a las 11:00 hora local (09:00 GMT).
Según fuentes médicas, la operación -la séptima desde su internamiento hace poco más de un mes- puede tardar entre tres y seis horas.
Los médicos de Sharon descubrieron la mañana de este sábado que no llega sangre al estómago del dirigente israelí, internado en el centro médico de Hadasa desde el pasado 4 de enero, y que su sistema digestivo estaba gravemente dañado por lo que decidieron que debían operar de inmediato.
El primer ministro israelí fue sometido en la mañana a una nueva tomografía computerizada en la que sus médicos se percataron que su sistema digestivo sufre daños graves y que el restringido riego sanguíneo podía ser una indicación de necrosis en los intestinos.
Los médicos decidieron llevar a cabo la tomografía después que la noche del viernes 10 de febrero notaran que algo no funcionaba bien.
Desde la mañana de este sábado Omri y Gilad, los dos hijos de Sharon que antes se turnaban para acompañar a su padre en el hospital, se encuentran juntos en el centro médico.
Asimismo, todos los funcionarios de su oficina, además de varios ministros y legisladores, han acudido al hospital Hadasa.
Por su parte, el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, recibe información ininterrumpidamente sobre la evolución del paciente.
Olmert ejerce como primer ministro con todas las facultades poco después que Sharon entrara en un coma profundo, a continuación de su ingreso en el hospital.
El primer ministro israelí en funciones ha sucedido a Sharon también como dirigente del partido Kadima, al que las últimas encuestas dan la victoria en las elecciones generales israelíes del 28 de marzo.
A pesar de que formalmente Sharon continúa como primer ministro, su regreso a la vida política, e incluso que despierte del coma profundo en el que se encuentra, ya no es considerado como una opción posible.
Decenas de medios de comunicación se han vuelto a trasladar a las inmediaciones del centro médico, ubicado en el barrio de Ein Karem de Jerusalén, para informar sobre los acontecimientos.
Los médicos comenzaron el 1 de febrero a alimentar a Sharon por medio de una sonda que le introdujeron en su estómago.
Los partes médicos del hospital Hadasa afirmaban antes del último empeoramiento y desde hace aproximadamente cuatro semanas, que el estado de Sharon, de 77 años, "es grave pero estable".
El jefe del Gobierno israelí, que continúa conectado a un respirador artificial, llegó al hospital el 4 de enero cuando estaba bajo los efectos de una hemorragia cerebral masiva y fue intervenido tres veces para estabilizarlo e impedir una peligrosa presión debido al derrame de sangre en la caja craneana.
El diario israelí Haaretz afirmó el pasado 6 de febrero que según médicos israelíes ajenos al tratamiento, el primer ministro se encuentra en estado "vegetativo" y no hay señales de que vaya a recuperar la conciencia. (EFE)