El Ejército israelí lanzó este martes una operación militar para destruir varios túneles que se infiltraban en su territorio desde el Líbano, de los que responsabiliza a la milicia chií Hizbulá.
"Las Fuerzas de Defensa de Israel han lanzado la operación 'Escudo del Norte', para exponer y frustrar túneles de ataque transfronterizos excavados por la organización terrorista Hizbulá del Líbano a Israel", anunció el portavoz militar teniente coronel Jonathan Conricus a un grupo de periodistas, entre ellos Efe.
Tras la guerra con el Líbano de 2006, explicó, "Hizbulá empezó a desarrollar extensiva infraestructura subterránea y lanzó en 2012 la operación denominada 'Conquistando la Galilea".
Dos años más tarde, Israel detectó que la milicia chií "compartía información con Hamás", el movimiento islamista palestino que gobierna en Gaza, que también desarrolló una potente infraestructura subterránea en las fronteras de la Franja con Israel y Egipto, por lo que intensificó los controles.
Se puso en marcha entonces una fuerza conjunta del Comando Norte, el Cuerpo de Combate de Ingenieros, la Administración de Desarrollo de Armas e Infraestructura y la Inteligencia militar para detectar la amenaza de túneles de ataque en la divisoria con Líbano, la denominada "línea azul"
Conricus señaló que los subterráneos suponen "una patente violación de la soberanía israelí" y son "una prueba de la indiferencia de la organización terrorista Hizbulá frente a las resoluciones de la ONU, especialmente la 1701".
Las actividades de la milicia chií, aseguró, se llevan a cabo "desde pueblos y viviendas civiles en el sur del Líbano", lo que "pone en peligro a la población libanesa de la zona, además de a los ciudadanos israelíes" al otro lado de la divisoria.
Si bien los túneles (cuyo número declinó precisar el portavoz más allá de señalar que son "varios" y "más de uno") penetraban en territorio israelí, fueron descubiertos "antes de estar operativos" y no suponían ninguna amenaza inminente para la población civil israelí.