Israel pretende "repatriar" a judíos rusos que emigraron a Alemania
Emisarios hebreos viajarán a tierras germanas alertados por la "peligrosa asimilación" de unos 130 mil compatriotas, que prácticamente no ejercen actividad religiosa.
Emisarios hebreos viajarán a tierras germanas alertados por la "peligrosa asimilación" de unos 130 mil compatriotas, que prácticamente no ejercen actividad religiosa.
Miembros de la organización de Israel Nativ tienen intención de promocionar en Alemania la "repatriación" de los inmigrantes judíos de origen ruso que se han instalado en este país desde el fin de la Guerra Fría.
Dos emisarios de Nativ, organización creada en los años 50 como servicio independiente para fomentar el contacto de los judíos de la extinta Unión Soviética con Israel y su migración a la "tierra prometida", viajarán próximamente a este país, según confirmó al rotativo berlinés Der Tagesspiegel la embajada israelí.
Este medio reveló que el gabinete ministerial de Israel encargó a Nativ la misión de hacer frente a "la peligrosa asimilación de antiguos judíos soviéticos en Alemania" y el progresivo alejamiento de estos del judaísmo.
En Alemania viven unos 220 mil judíos procedentes de la antigua Unión Soviética, de los que sólo unos 90 mil se han integrado en las diferentes comunidades judías repartidas por el país, mientras el resto no hace prácticamente vida religiosa.
Der Tagesspigel afirma que el consejo central de los judíos en Alemania se enteró de la operación encargada a Nativ por la prensa y que su secretario general, Stephan Kramer, se indignó por la iniciativa tomada en Israel.
"Si uno lee el acuerdo ministerial saca la impresión de que los judíos alemanes deben ser evacuados. Es una señal fatal", declara Kramer, quien teme que las actividades de Nativ amenacen la ya frágil convivencia de las comunidades judías en Alemania.
La dirección de Nativ, que maneja un presupuesto oficial de dos millones de dólares, fue asumida a principios de este año por el ministro israelí para Asuntos Estratégicos, Avigdor Lieberman. (EFE)