El cese de hostilidades entre Al Fatah y Hamas, pactado tras un violento domingo, se vio opacado por el incidente ocurrido en el campo de refugiados de Shati, a orillas del Mediterráneo.
Representantes del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) y del grupo nacionalista Al Fatah concertaron una nueva tregua tras una jornada de violencia en la que murieron tres personas y que fue alterada después de que unos desconocidos dispararan contra la casa del primer ministro palestino, Ismail Haniye.
Tras el nuevo alto el fuego, logrado con la mediación de funcionarios egipcios destacados en Gaza, Haniye exhortó a las milicias a abandonar las calles de la ciudad para permitir la jornada de exámenes de bachillerato en las escuelas.
No obstante, pese a este llamado, testigos relataron que milicianos armados registraban los documentos de peatones y automovilistas, y que algunos francotiradores seguían en los tejados, presagio de la frágil situación.
Horas después de alcanzarse la tregua se registró un incidente en el que desconocidos dispararon contra cuatro guardias de la casa de Haniye en el campo de refugiados palestinos de Shati, a orillas del Mediterráneo, informaron fuentes islamistas y policiales.
El pasado domingo fue una jornada de violencia en Gaza, donde murieron tres personas, entre ellas el imán de la mezquita central, y otras 12 resultaron heridas.
El imán Ahmad Raafati fue ultimado de un tiro en la cabeza en su residencia por milicianos de Al Fatah, quienes así vengaron el asesinato de un miembro de la Fuerza 17, Mohamed Sawirky, parte de la guardia del presidente palestino, Mahmud Abás.
Milicianos de Hamas torturaron a Sawirky, de 25 años, y lo arrojaron a la calle desde el tejado de un edificio de 15 pisos.
Según evaluaciones atribuidas por la radio pública israelí a funcionarios del Ministerio del Interior de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), desde que Hamas asumió el poder tras las elecciones de enero del 2006, más de 200 mil palestinos abandonaron Gaza y Cisjordania, la mayoría con destino a Egipto y Jordania.
A pesar de la violencia entre las facciones palestinas, milicianos de la Yihad Islámica -que oficia como mediadora entre Al Fatah y Hamas- dispararon esta jornada, por primera vez en los últimos tres días, cinco de sus cohetes Al Kasam contra el sur de Israel pero sin consecuencias y aparentemente para atraer una reacción militar que ponga fin a la luchas internas en Gaza.
Por otra parte, en la ocupada Cisjordania, el Ejército israelí detuvo en otra de sus redadas nocturnas a 21 palestinos, en su mayoría militantes de Hamas, según fuentes militares. (EFE)
