Ocho personas, entre ellas cinco niños, murieron este lunes en Damasco y otras cuarenta resultaron heridas tras un ataque múltiple con proyectiles de mortero sobre áreas residenciales de mayoría cristiana de la capital siria.
Fuentes oficiales y testigos presenciales informaron a EFE de que uno de los proyectiles cayó sobre la escuela de San Juan, en el barrio de Bab Toma, causando la muerte de cinco estudiantes y heridas a otras 27 personas.
Otros cayeron sobre la calle Alepo, en el barrio de Qassa, cerca de una iglesia católica, y en la zona de Bab Sharqi, causando la muerte a tres personas e hiriendo al menos a una docena.
Varios testigos aseguraron a EFE que el ataque causó además importantes daños a tiendas y coches.
En las últimas semanas, los combatientes opositores que tratan de derrocar al presidente sirio, Bachar al Asad, han intensificado los ataques de mortero en Damasco como respuesta a la confrontación militar en las afueras de la capital entre los rebeldes y las tropas gubernamentales.
Otro proyectil de mortero causó la muerte el pasado domingo a un padre de familia y a sus cuatro hijos en el distrito de mayoría cristiana de Duela.