Los yihadistas del Estado Islámico (EI) han ejecutado a más de 700 personas, en su mayoría civiles, durante las últimas dos semanas en el este de la provincia siria de Deir al Zur (noreste), dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las ejecuciones tuvieron lugar en las localidades de Al Shuaitat, Garanish, Abu Hamam y Al Kishkia, tomadas por los extremistas el pasado 11 de agosto, y donde residían los miembros del clan de Al Shuaitat.
Centenares de miembros de esa tribu continúan desaparecidos, después de haber sido amenazados por el EI, que los considera "infieles" que deben ser asesinados en masa y que no se merecen "tregua, seguridad, dinero, comida, familia, ni esposas", según el OSDH.
Además, el OSDH asegura haber podido documentar los nombres de decenas de esas víctimas y señala que cientos de los ejecutados por el EI fueron sacrificados después de sus familias, y les cortaron la cabeza para luego mostrarla en lugares públicos.
Esta organización ya advirtió hace unos días sobre las ejecuciones en masa de los yihadistas y su "genocidio" contra la población de la tribu Al Shuaitat.
El Observatorio, que documenta el conflicto sirio desde sus inicios hace más de tres años, reitera su petición a "todo aquel al que le quede conciencia humana en la comunidad internacional, que intente poner fin a los crímenes de guerra y contra la humanidad" cometidos por el régimen sirio y otras facciones terroristas.
La organización extremista suní proclamó a finales de junio un califato en Irak y Siria, tras avanzar sobre el terreno.
Más de 171.000 personas han perdido la vida desde el inicio del conflicto en Siria en marzo de 2011, según la ONG.