Tres destacados abogados internacionales han denunciado torturas sistemáticas y ejecuciones de 11.000 detenidos en Siria desde el comienzo del conflicto en 2011, según revela este martes el periódico británico The Guardian.
En un informe, sus autores analizaron miles de fotografías del Gobierno sirio y archivos que registran la muerte de personas retenidas por las fuerzas de seguridad del régimen de Damasco desde marzo de 2011 hasta el pasado mes de agosto.
Los tres responsables de este documento son el ex fiscal de la corte especial para Sierra Leona, Desmond de Silva; el ex fiscal del caso del expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic, Geoffrey Nice, y el profesor David Crane, que procesó al presidente Charles Taylor de Liberia en un tribunal de Sierra Leona, señala el rotativo.
De acuerdo con el informe, la mayoría de las víctimas eran hombres jóvenes y muchos de los cuerpos presentaban señales de torturas, entre ellas descargas eléctricas.
Los detalles de este documento, encargado por Catar, que apoya a los rebeldes sirios, está basado en las pruebas tomadas por un fotógrafo de la policía militar, al que se le conoce sólo como "César" y que tenía en su poder 55.000 imágenes digitales de 11.000 detenidos muertos después de que decidiera desertar.
The Guardian afirma que si bien las organizaciones humanitarias han documentado abusos por parte del Gobierno sirio y de los grupos rebeldes, este informe es el más detallado y el más extenso que se haya elaborado sobre el conflicto que dura ya 34 meses.
"César" consiguió sacar las imágenes de Siria a un contacto suyo en el Movimiento Nacional Sirio, apoyado por Catar.
Este informe, que contiene un total de 34 folios, será entregado a la ONU, a los Gobiernos y a organizaciones humanitarias, según afirma The Guardian, cuyas revelaciones coinciden la conferencia de paz que se celebrará pronto en Ginebra bajo auspicios de la ONU.
"César" reveló a los abogados que su trabajo consistía en "tomar fotografías de detenidos muertos", si bien afirmó que no fue testigo de ejecuciones o torturas.
"El procedimiento consistía en que, cuando los detenidos eran matados en sus lugares de detención, sus cuerpos eran llevados a un hospital militar", donde "César" tenía que fotografiar los cuerpos, subraya el documento, y añade que "podía haber hasta 50 cuerpos por día para fotografiar, (algo) que requerían un trabajo de 15 a 30 minutos por cuerpo".
Según la información publicada por The Guardian, a las familias de las víctimas se les afirmaba que habían muerto de un "ataque cardíaco" o por "problemas respiratorios".
El diario agrega que varios expertos forenses han estudiado las 55.000 imágenes digitales de los 11.000 muertos.