Un total de 140.041 personas han muerto desde el inicio del conflicto en Siria, el 18 de marzo de 2011, y hasta ayer, la mitad de ellos civiles, según informó este sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En un comunicado, la Ong precisó que de las víctimas mortales 71.141 son civiles, entre ellos 7.626 niños y 5.064 mujeres.
El resto son hombres, de los que 21.910 eran civiles que acabaron alzados en armas contra el régimen sirio e integrados en brigadas rebeldes no islamistas.
Además, perecieron 2.257 militares desertores de las fuerzas gubernamentales, y 2.837 personas que no han podido ser identificadas pero cuya muerte ha sido confirmada por vídeos o fotografías.
A estas cifras se suman 8.972 combatientes de organizaciones islamistas y extremistas como el Estado Islámico de Irak y el Levante y el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, la gran mayoría de nacionalidad extranjera.
El Ejército del régimen sirio ha sufrido por su parte 33.591 bajas en sus filas, mientras que las milicias progubernamentales han perdido a 20.608 de sus miembros.
El Observatorio, con base en Londres y un amplia red de activistas sobre el terreno, subrayó que las cifras no incluyen a más de 18.000 personas desaparecidas en las cárceles del Gobierno.
También se desconoce la suerte corrida por unos 7.000 efectivos y milicianos progubernamentales hechos prisioneros por los rebeldes y por los grupos yihadistas Estado Islámico de Irak y del Levante y el Frente al Nusra.