El mundo entero "está siendo testigo" de los hechos, advirtió el organismo.
En las últimas 24 horas han muerto al menos 24 personas.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, advirtió este martes a las autoridades sirias que el mundo entero "está siendo testigo" de la violencia con la que está respondiendo a las protestas civiles y les llamó a poner fin ese "baño de sangre".
La representante del organismo internacional expresó su preocupación por las informaciones que apuntan a que 145 personas fueron asesinadas el pasado viernes en los enfrentamientos entre los manifestantes y el Ejército.
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| Imagen tomada del canal de televisión Al Arabiya que muestra una cortina de humo negro tras la operación del ejército sirio en la ciudad de Hama. (Foto: EFE) |
Según informaciones de la ONU, al menos 120 personas perdieron la vida en la ciudad de Hama a causa de la represión militar con tanques y artillería pesada, víctimas que se suman a las varias decenas de muertos en Deir Ez Zur, un suburbio de Damasco, y otras ciudades sirias.
"El Gobierno ha estado intentando ocultar al mundo la situación tan alarmante que se vive en el país al negar el acceso a la prensa extrajera, observadores de derechos humanos y a la misión enviada allí por el Consejo de los Derechos Humanos", afirmó Pillay.
Además de pedir el "cese inmediato" de la violencia, la Alta Comisionada exigió que se permita la entrada de las organizaciones humanitarias que quieren entrar a Siria para asistir a la población afectada por la represión.
"Necesitamos una investigación transparente e independiente por parte de la comunidad internacional sobre la violencia, los asesinatos, el excesivo uso de la fuerza, las torturas y los arrestos arbitrarios que reinan desde hace meses en Siria", sentenció Pillay.
El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdul Rahman, dijo a Efe que en las últimas 24 horas han muerto al menos 24 personas, mientras que la campaña de represión iniciada la víspera de ramadán, el 31 de julio, ha cobrado un centenar de víctimas.
