El gobierno de Siria advirtió que una acción militar de Estados Unidos en su contra equivaldría a "apoyar a al Qaeda y sus afiliados".
El viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Mekdad, le dijo a la BBC que los grupos armados respaldados por Washington habían usado armas químicas en el conflicto, y no el Ejército sirio.
Mekdad expresó que la intervención estadounidense alimentaría al terrorismo y profundizaría el odio contra Estados Unidos.
El gobierno del presidente Barack Obama asegura tener pruebas de que el gobierno del presidente Bashar al Asad usó gas sarín el mes pasado para matar a más de 1.400 personas en las afueras de Damasco.
La Casa Blanca busca la aprobación del Congreso, que retoma sus actividades el 9 de septiembre, para responder con una acción militar limitada y funcionarios del gobierno creen que conseguirán el apoyo del Poder Legislativo.
El editor de la BBC para América del Norte, Mark Mardell, dice que la decisión de Obama de buscar la aprobación del Congreso para intervenir militarmente en Siria es la mayor apuesta de su presidencia y que la victoria no está asegurada.
"Está decidido a lanzar un ataque"
Mekdad le dijo al editor de la BBC para Medio Oriente, Jeremy Bowen, que "cualquier ataque contra Siria es un apoyo a al Qaeda y sus afiliados, ya sea el Frente Al Nusra o el Estado del Islam en Siria e Irak".
El Frente Al Nusra y otros grupos vinculados a al Qaeda desempeñan un papel significativo en la lucha contra el gobierno del presidente Asad.
Mekdad, a quien se considera muy influyente en el gobierno sirio, también advirtió que una posible intervención militar profundizaría el "odio hacia los estadounidenses" y desestabilizaría la región de Medio Oriente.
El vicecanciller dijo que la sorpresiva decisión de Obama de buscar la aprobación del Congreso para un ataque mostró que no había pensado en todas las "consecuencias" y agregó: "Esto no cambia nada, ya que él (Obama) está decidido a lanzar un ataque"
En cuanto a la votación en el Congreso, Mekdad afirmó que los legisladores basarían su decisión de atacar Siria en base a los intereses de Israel.
"Ahora tenemos evidencia"
El domingo, el secretario de Estado John Kerry aseguró que su país tenía evidencia de que se usó gas sarín en el ataque en Damasco.
"Ahora tenemos evidencia, de muestras de cabello y sangre, de los primeros socorristas en atender la escena en Damasco (...) Tenemos trazas de sarín en sus muestras de cabello y de sangre", le dijo al canal NBC.
El gobierno de EE.UU. responsabiliza a las fuerzas gubernamentales sirias del supuesto ataque con armas químicas ocurrido el pasado 21 de agosto en la capital del país, Damasco.
Según los informes que maneja la Casa Blanca, en el ataque murieron 1.429 personas, 426 de ellas niños.
Obama calificó el suceso como el "peor ataque con armas químicas del siglo XXI" y expresó su completo rechazo a la muerte de niños y jóvenes "gaseados por su propio gobierno".
Con estos antecedentes, el mandatario estadounidese afirmó estar listo para una intervención militar contra algunos objetivos del régimen sirio.
El gobierno sirio, que se enfrenta a rebeldes opositores desde marzo de 2011, niega haber llevado a cabo los ataques y responsabiliza a las fuerzas rebeldes.
El pasado jueves, los parlamentarios británicos votaron en contra de una moción del gobierno para intervenir en una acción militar en Siria.
Rusia, aliado clave de Siria, ha advertido que "cualquier acción militar unilateral que eluda al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas" sería "una violación directa del derecho internacional".
Moscú, junto con China, ha vetado anteriormente dos borradores de resolución sobre Siria.
Mientras tanto, en Francia, que se percibe como el principal aliado de Estados Unidos después de la votación en contra de Reino Unido, una encuesta insinuó que el 64 por ciento de la población rechaza el uso de la fuerza.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, anunció el domingo que este lunes tiene previsto reunirse con los presidentes de las dos cámaras del Parlamento y la oposición para abordar la situación antes de un debate parlamentario previsto para el miércoles.
"Francia no puede ir en solitario", dijo el domingo el ministro del Interior francés, Manuel Valls. "Necesitamos una coalición".
Por su parte, la Liga Árabe instó a Naciones Unidas y a la comunidad internacional a tomar medidas disuasorias contra Siria.
Más de 100.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto, que ha dejado más de 1,7 millones de refugiados.