Esta acusación es parte de la impugnación de López Obrador al triunfo de Peña Nieto.
Según el candidato de izquierda se usaron de manera ilícita 3,8 millones de dólares.
El Banco Central de México se vio arrastrado a la disputa postelectoral del país, al negar las acusaciones de la izquierda respecto a la alteración de documentos para encubrir una transferencia ilícita a la campaña del PRI.
Las acusaciones fueron formuladas el viernes por Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial de la coalición de izquierda Movimiento Progresisa, en el sentido de que la institución alteró el comprobante de una transferencia electrónica de 3,8 millones de dólares (más de 1.800 millones de pesos chilenos).
Según López Obrador, la alteración tuvo por objeto ocultar que los fondos habían ido a parar a Luis Videgaray, quien fue coordinador de la campaña del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
El Banco de México (Banxico) respondió en un comunicado que "las transacciones que se efectúan en el sistema son operadas exclusivamente por las instituciones financieras que mantienen la relación directa con el público usuario. De lo anterior se deriva que el Instituto Central no tiene responsabilidad alguna respecto de los datos contenidos en los comprobantes, dado que la veracidad y exactitud de la información sólo pueden ser comprobadas por el banco receptor de los recursos".
Agregó que "cualquier modificación en los comprobantes sólo puede hacerse mediante instrucción directa del banco receptor. Por todo ello, las presunciones hechas de manera reciente, poniendo en entredicho el proceder del Banco de México y de sus funcionarios, son completamente infundadas y faltan a la verdad".
El supuesto rebase de topes de gasto de campaña y el uso de dinero de procedencia ilícita son los argumentos centrales en la impugnación hecha por el Movimiento Progresista contra el triunfo de Peña Nieto en las elecciones del 1 de julio.
