Presidente mexicano denunció que la violencia "se incremento enormemente" desde 2004.
En tres años se decomisaron 85 mil armas.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, reiteró al gobierno de Estados Unidos la urgencia de cerrar la extensa frontera común al contrabando de armas, que por miles llegan a manos de los narcotraficantes del país azteca.
Calderón denunció en una entrevista con la cadena bogotana Caracol Radio que la violencia en México "se incrementó enormemente" desde 2004, cuando las autoridades estadounidenses levantaron la prohibición a la venta de armas de asalto.
"En estos tres años y medio (los que lleva en el poder) hemos decomisado 85 mil armas, incluyendo casi 50 mil rifles de asalto Ak-47 y R-15, es decir, capacidad de fuego para armar uno o varios ejércitos", subrayó Calderón, que llegó el viernes a Bogotá para asistir a la investidura del presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos.
Santos, que sucederá a Alvaro Uribe, en la presidencia desde 2002, asumirá en un acto en el que estarán presentes 107 delegaciones internacionales, 16 de ellas encabezadas por jefes de Estado y de gobierno.
Calderón agregó que, durante su mandato, que inició en diciembre de 2006, también se han decomisado "unas seis mil granadas, 10 millones de cartuchos e, incluso, decenas de rifles o de fusiles Barret 50, que son capaces de penetrar cualquier blindaje y tienen un poder de fuego enorme".
