El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete, calificó como una crisis nacional el actual panorama nacional de México.
Ante las vinculaciones de al menos ocho de sus alcaldes electos con grupos criminales, el presidente del partido de izquierda -tercera fuerza política del país- hizo un mea culpa ante la opinión pública.
Reconoció que el partido vive un "momento difícil" debido a "decisiones equivocadas, omisiones evidentes, tolerancia con prácticas inaceptables" de las que responsabilizó a todos los miembros del partido y que se dan "en un marco de crisis nacional".
Sobre los hechos de Iguala, opinó que "la exigencia más enérgica del PRD debe ser hacia el gobierno federal, para que dé respuesta a la demanda de justicia, que es el grito que se escucha en muchos lugares del país".
En tanto, una de las caravanas informativas conformadas por padres y amigos de los 43 estudiantes desaparecidos recibieron muestras de solidaridad y uno de los padres expresó que "así como ahora nos están apoyando, que nos sigan apoyando siempre para que nuestros hijos, los 43 alumnos, lleguen con vida".
Mientras que el premio nacional de Derechos Humanos en México, el sacerdote Alejandro Solalinde responsabilizó al gobierno de Enrique Peña Nieto por cualquier atentado contra su vida, luego que apareciera un sitio apócrifo que informaba de su asesinato y describía la forma en que sería ejecutado.