La canciller alemana, Angela Merkel, mostró su satisfacción por el desarrollo de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) y afirmó que el futuro de la conflictiva región de Kosovo fue el único tema sobre el que no se alcanzó un consenso.
Durante la rueda de prensa final, Merkel, anfitriona del evento, subrayó el acuerdo alcanzado para hacer frente al cambio climático con el compromiso de dejar en manos de Naciones Unidas (ONU) el proceso para lograr la reducción en 50 por ciento de las emisiones contaminantes hasta 2050.
La germana subrayó el inicio del llamado "Proceso de Heiligendamm", por el que las cinco naciones emergentes mas importantes -China, India, Brasil, México y Sudáfrica- y el G-8 institucionalizan a partir de ahora un contacto permanente.
Merkel precisó que no es partidaria de aumentar el número de miembros del G-8, formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, y comentó que "cuando se habla del clima no hay muchos deseos de pertenecer" a dicho grupo.
"En dos días no se pueden resolver todos los problemas que aquejan al mundo", declaró la canciller alemana, quien aseguró que, pese a todo, se han logrado muchos progresos y se refirió a acuerdos como la ayuda de 60.000 millones de dólares para combatir en Africa el sida, la malaria y la tuberculosis.
Angela Merkel matizó que los países africanos deben ser conscientes de que la ayuda económica del G-8 va dirigida fundamentalmente a aquellos gobiernos que se comprometan a tener una gestión limpia y transparente, que tomen medidas claras contra la corrupción y que inviertan en su pueblo.
En ese contexto, señaló que Japón hizo una propuesta de crear un foro que supervise si se han cumplido los criterios de la ayuda, iniciativa que el presidente de la Unión Africana, John A. Kufour, ya había calificado como buena.
El gesto a Uribe por el conflicto con las FARC
Los líderes del G-8 también reconocieron la "valiente decisión" del presidente colombiano, Alvaro Uribe, de liberar a un significativo número de prisioneros y pidieron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) un gesto similar.
"Apelamos a las FARC a que consideren pasos urgentes que contribuyan a una solución humanitaria y a la liberación de los rehenes detenidos", señala el texto de las conclusiones de la cumbre del G-8, celebrada en el balneario alemán de Heiligendamm.
El texto hace un llamado indirecto a Uribe al solicitar la puesta en libertad de "los guerrilleros que aún no han sido liberados".
Sin embargo, en la declaración no se menciona el caso de la candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, en manos de las FARC desde hace más de cinco años.
El presidente francés, Nicolas Sarzoky, promotor de esta declaración relativa a Colombia, sí habló del caso Betancourt en los encuentros bilaterales mantenidos en la cumbre del G-8, incluida el que celebró con la canciller alemana, Angela Merkel.
Corea del Norte e Irán
Respecto a Corea del Norte, los países miembros del G-8 exigieron un "pronto y completo desarme nuclear", de la mano de los acuerdos alcanzados en las conversaciones a seis bandas del pasado mes de febrero, que contemplan como primer paso el cierre de la planta atómica de Yongbyon.
Los máximos mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia condenaron además la explosión nuclear controlada realizada por Pyongyang el pasado mes de octubre, que califican como una "clara amenaza para la paz mundial y la seguridad internacional".
Sobre el régimen de Irán, Angela Merkel consideró que aparece inevitable una nueva sanción contra Teherán, ante la negativa del gobierno islámico de aceptar las propuestas de la comunidad internacional en relación con su programa nuclear.
"No hay alternativa a una nueva sanción, pese a que no queremos causar perjuicio a la población", dijo Merkel en la rueda de prensa que puso fin a la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia. (EFE)