La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) llamó este jueves a sus países miembros a invertir en educación como solución a largo plazo de la crisis económica, ante el costo que tiene para la sociedad y los individuos el fracaso escolar de sus estudiantes.
Un estudio llamado "Equidad y calidad de la educación", difundido hoy, concluye que una población con niveles reducidos de enseñanza mina la capacidad de producir, crecer e innovar de los países, además de perjudicar la cohesión social e imponer gastos adicionales a la Administración pública.
La cara más visible del fracaso escolar, según la organización, es la deserción, que en 2011 alcanzó al 20 por ciento de los jóvenes de entre 25 y 34 años de esos Estados, con variaciones que fueron del 3 por ciento en Corea, al 36 en España o 62 por ciento en Turquía.
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La OCDE sugirió a sus miembros evitar la segregación socioeconómica de los estudiantes y apoyar a los docentes. (Foto: UPI) |
El organismo indicó que en 2010 había unos 15 millones de jóvenes cesantes en sus países miembros, cuatro millones más que en 2007, y que sólo la mitad de los que habían dejado la escuela tenían un empleo, lo que los hacía más dependientes de las ayudas sociales públicas.
A modo de ejemplo, el costo de la asistencia social por cada joven que se sale del sistema se elevó en Canadá en 2008 a 2.880 euros (1,8 millones de pesos chilenos) anuales, mientras que a Estados Unidos llega a suponerle un 1,6 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
"Reducir el fracaso escolar ahorra gastos a largo plazo", explicó Beatriz Pont, una de las autoras de este análisis, para quien el crítico contexto económico actual es una razón de más para "no bajar la guardia" y seguir apostando por su mejora.
Recomendaciones
El estudio recopila datos de evaluaciones anteriores de la organización y no presenta un ránking nuevo de los países mejor o peor situados, sino que aprovecha esa información para ofrecer recomendaciones sobre políticas que se han demostrado efectivas.
Su alerta parte de la base de que un sistema educativo justo puede corregir desigualdades económicas y sociales más amplias, y reducir el desempleo juvenil: en 2009, según sus datos, el 84 por ciento de la gente con educación superior en la OCDE trabajaba, frente al 56 por ciento de quienes no habían acabado la secundaria.
Por ello destaca la importancia de resolver el problema desde la fase más temprana de la educación, porque desde un punto económico, según sus cálculos, cada dólar invertido en esa etapa genera posteriormente entre siete y diez céntimos al año.
"El fracaso escolar penaliza a un niño de por vida", dijo la OCDE, que planteó que uno de los primeros factores que contribuye a prevenir el fracaso escolar es eliminar la repetición de cursos, "una práctica costosa, pero que no mejora los resultados educativos", y que debe prevenirse con apoyo temprano y a lo largo del curso.
Asimismo, sugiere optar por escuelas que eviten la segregación de los estudiantes según sus antecedentes socioeconómicos, con incentivos para que los alumnos con desventajas sean "atractivos" para los centros de alta calidad.
El informe también propone una apuesta por estrategias de financiación que garanticen el apoyo a escuelas con mayores desventajas, y por hacer equivalentes los planes de estudios "académicos y vocacionales" mejorando la calidad de ambos.
El apoyo a los docentes, al clima de estudio y los incentivos que retengan a los mejores profesores, es otro de los puntos claves en ese combate.