A una semana de la mayor tragedia en la historia civil paraguaya, miles de personas participaron de un sentido acto recordatorio del siniestro que dejó 400 muertos.
Una semana después de que un incendio arrasara un hipermercado de Asunción, decenas de miles de personas homenajearon este domingo en un sentido acto a las víctimas del siniestro y a los cuerpos del Estado que participaron en las tareas de rescate.
En un clima festivo pero con momentos de gran emoción, unas 50.000 personas, según los organizadores, se dieron cita en el Parque Ñu Guazú de Asunción, donde confluyeron cuatro marchas que comenzaron simultáneamente a las 10:00 hora local (14:00 GMT) en la capital paraguaya y en dos municipios aledaños.
Bomberos sobre sus camiones, policías y soldados en formación; representantes de organizaciones civiles, asociaciones deportivas y de scouts; parientes de víctimas con retratos en brazos y familias acudieron al parque para participar del homenaje.
Allí asistieron a un oficio religioso celebrado por representantes de distintas órdenes cristianas y posteriormente aplaudieron a los hombres y mujeres que en representación de médicos, bomberos, policías, militares y ciudadanía subieron a un escenario coronado con la bandera paraguaya.
Ni los vendedores ambulantes que durante las horas previas habían entretenido a los niños, ni Juan Cancio Barreto, uno de los mayores exponentes de la música popular del país, pudieron evitar que el llanto y las miradas perdidas proliferaran.
"Ha sido muy emotivo, muchos lloramos en el momento en que sonó el clarinete, fue muy emotivo", dijo Alberto Salustro, uno de los responsables de la fundación Dequeni, organizadora del evento, al recordar el toque de diana de un clarinetista del Ejército con que se llamó a un minuto de silencio.
Salustro indicó que la organización estimó que han sido unas 50.000 las personas que asistieron al acto.
"Normalmente participan entre 30.000 y 40.000 personas para apoyar y estimular la cultura de la solidaridad en Paraguay, pero hoy (domingo) ha sido muy especial", dijo el portavoz, al señalar que la marcha se realiza todos los años desde hace casi una década.
Casi a la misma hora una semana antes, en uno de los hipermercados que la cadena Ycuá Bolaños tiene en Asunción se desató la mayor tragedia de la historia del país desde la guerra del Chaco, librada contra Bolivia entre 1932 y 1935.
A la espera de las conclusiones definitivas y con la investigación aún en marcha, los informes preliminares indican que la combustión de varios gases inflamables, presumiblemente tras un cortocircuito en el restaurante de la panadería del supermercado, propició un fuego que se intensificó por la falta de un espacio para que saliera al exterior.
Fuentes forenses indicaron que en el lugar se llegaron a registrar temperaturas de alrededor de mil grados.
El cierre de las puertas para evitar actos de saqueo y que la gente abandonara el lugar sin pagar, presuntamente ordenado por los responsables del centro, hizo que el siniestro se convirtiera en una tragedia y dejara alrededor de 400 muertos y un número similar de
heridos.
El propietario del establecimiento, Juan Pío Paiva; su hijo, Víctor Daniel Paiva; un gerente y cuatro guardias de seguridad han sido procesados.
El juez Pedro Darió Portillo decretó el ingreso en prisión de Juan Pío y Víctor Daniel Paiva y el embargo de todos sus bienes.
La Fiscalía indicó este domingo que, a pesar de las quejas de los trabajadores de los otros establecimientos de la cadena Ycuá Bolaños para que se liberen las cuentas y puedan recibir sus salarios, no va a pedir de oficio el levantamiento de las medidas cautelares dictadas y sólo estudiará "caso por caso" cuando los interesados las soliciten. (EFE)
