El Gobierno de Corea del Norte aseguró este lunes que está abierto al diálogo con Corea del Sur, en un gesto de distensión que se produce después de una larga etapa de enfrentamiento dialéctico en la que ambos países han roto casi por completo sus vínculos.
"Si las autoridades de Corea del Sur plantean cualquier propuesta desde la independencia (en referencia a Estados Unidos) y la gran unidad nacional, la debatiremos con franqueza. Esta es nuestra postura", expresó el régimen de Kim Jong-un en un comunicado divulgado por la agencia estatal KCNA.
Corea del Norte, que no especificó más detalles sobre la hipotética propuesta que espera de Seúl, se reafirmó al mismo tiempo en su programa de armas nucleares e instó al Gobierno surcoreano a no vincularlo a las relaciones bilaterales.
"Cuanto más desesperadamente las autoridades surcoreanas vinculen las relaciones entre Norte y Sur con la cuestión nuclear, más profundo será el pantano en el que se metan", expresó la agencia de Pyongyang en el comunicado.
Corea del Sur decidió el pasado febrero romper los escasos vínculos que le quedaban con el Norte, entre ellos el complejo industrial conjunto de Kaesong, después de que el régimen de Kim realizara su cuarta prueba nuclear y el lanzamiento de un cohete espacial con tecnología de misiles de largo alcance.
Desde entonces, ambos países han vivido una etapa de tensión con amenazas mutuas y un aumento de la alerta militar en ambos bandos, especialmente durante las maniobras militares de Seúl y Washington en territorio surcoreano en marzo y abril.
De este modo, el gesto de Pyongyang, a pesar de ser impreciso e incluir condiciones, podría ser un tímido primer paso hacia una fase de mejora de las relaciones entre Norte y Sur, enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que acabó con un armisticio nunca reemplazado hasta hoy por un tratado de paz.