Fotos tomadas recientemente por satélite muestran que Corea del Norte sigue adelante con el desmantelamiento de la base de lanzamiento de Sohae, tal y como se comprometió a hacer el líder Kim Jong-un en su cumbre con el presidente de EEUU, Donald Trump.
Imágenes obtenidas el pasado 3 de agosto y analizadas por la web especializada 38 North muestran que siguen su curso las labores para desmontar estructuras clave en la base de Sohae, en la provincia de Pyongyang del Norte (noroeste del país, cerca de la frontera con China).
Los operarios continúan desmontando componentes de la plataforma de lanzamiento así como el banco de pruebas para motores de combustible líquido, usado para desarrollar tecnología clave para los cohetes espaciales y misiles balísticos intercontinentales (ICBM) del programa de armamento norcoreano.
También se están desmantelando los tanques de combustible, explica el análisis de 38 North.
La web especializada fue la primera en informar hace dos semanas de que Pyongyang había empezado a desarmar Sohae, algo que acordaron informalmente Kim y Trump en su histórica cumbre del 12 de junio en Singapur.
Los dos firmaron una declaración en la que se acordó mejorar lazos y trabajar para la "total desnuclearización" de la península siempre que Washington garantice la supervivencia del régimen.
El desmantelamiento de Sohae puede contribuir a los avances en las negociaciones para la desnuclearización de Pyongyang, un proceso que se antoja largo y complejo ante la falta de detalles en el acuerdo en cuanto al alcance y a los plazos para el mencionado desarme.
La web especializada subraya precisamente que, pese a lo simbólico de las trabajos para desmontar Sohae, éstas deben "ser vistos con cautela y como una serie de "primeros pasos", ya que ninguno es en la actualidad permanente o irreversible".
La destrucción total de los cimientos de hormigón del banco de pruebas o del andamiaje de la plataforma de lanzamiento "representarían acciones más permanentes e irreversibles, dado que no existe ninguna instalación con capacidades similares" en Corea del Norte, explica el texto de 38 North.
Algunos analistas han apuntado además que Sohae ya no representa un epicentro tan importante para el programa de armas norcoreano en comparación con los destinados al desarrollo de misiles de combustible sólido, que a diferencia del líquido permite cargar los proyectiles rápidamente haciendo más difícil su detección.