El exceso de peso del dictador norcoreano, Kim Jong-un, está dando mucho que hablar en Corea del Sur después de que los medios locales publicaran este jueves que pesa 120 kilos y que podría sufrir un infarto.
El joven líder -cuya edad se estima en 30 años- ha ganado desde inicios desde inicios de 2014 unos 20 kilos, según Free North Korea Radio, una emisora surcoreana crítica del régimen norcoreano.
La emisora afirmó que Kim Jong-un subió su peso de 100 a 120 kilos en estos cinco meses, conclusión estimativa basada en las diferentes fotografías del líder en actos oficiales, que ponen de manifiesto su evolución física.
Diarios surcoreanos de gran tirada, como el Chosun o el Korea Times, hicieron eco de la información y han documentado con imágenes el cambio del "líder supremo" de Corea del Norte.
Esto ha desatado en el país vecino las especulaciones de que Kim Jong-un podría haber visto empeorada su salud e incluso se ha comentado que hay muchas posibilidades de que sufra un infarto.
Radio Free Asia, de hecho, cita a fuentes que aseguran que el dirigente ya sufría problemas del corazón y que está bajo tratamiento tras aumentar su nivel de estrés desde la ejecución el pasado diciembre de su tío, Jang Song-thaek, aunque esta información no ha podido ser verificada.
El sobrepeso de Kim Jong-un, evidente desde su llegada al poder en diciembre de 2011, ha sido objeto en otras ocasiones de burla en Corea del Sur y también de críticas, debido a que Corea del Norte sufre una escasez alimentaria crónica.
No obstante, pocas veces se ha planteado que los kilos de más del tercer líder de la dinastía de los Kim pudieran plantear un riesgo a su salud.