Medios oficiales de ambos países han ensalzado la importancia de la primera visita a Corea del Norte del presidente chino, Xi Jinping, quien ha asegurado que ayudará a impulsar el diálogo sobre desnuclearización, atascado desde la cumbre de Hanói.
Estos son cinco aspectos clave de una visita que a su vez llega en un momento complicado para China, sumergida en una guerra tecnológica y comercial con Estados Unidos en medio de una ralentización de su crecimiento económico y afrontando, además, una firme oposición hongkonesa para con su ley de extradición.
1) Sanciones y guerra comercial
La visita le sirve a Xi para subrayar ante EE.UU. la influencia que China tiene sobre Corea del Norte como su principal socio comercial. Más allá de su relativa capacidad para moldear las ambiciones nucleares de Pionyang, el gigante asiático es clave para que se cumplan las sanciones que pesan sobre el régimen como parte de la estrategia de "máxima presión" de EE.UU.
Xi, que durante el viaje podría aludir a una mayor cooperación económica con su vecino, puede tratar de usar esa palanca para lograr concesiones de la Casa Blanca en el marco de su conflicto comercial y tecnológico. Algunos expertos creen ahora que Corea del Norte, considerada muchas veces una carga para la segunda economía mundial, se ha convertido de repente en comodín.
2) Ayuda humanitaria
La prestación de ayuda humanitaria por parte china estará posiblemente en la agenda en un momento en el que Corea del Norte encara una aparente escasez de alimentos debido a las malas cosechas.
Como ya sucedió en la reciente cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladímir Putin, se espera que Pionyang pueda arrancar un paquete de ayuda, esta vez aprovechando que a Pekín le interesa evitar un flujo incontrolado de norcoreanos cruzando la frontera compartida, sobre todo teniendo en cuenta que las provincias más cercanas a su territorio son las más vulnerables a la escasez de comida.
3) Dos socios "que se soportan"
Pese a que Pekín es el principal sostén económico y lo más parecido a un aliado para Pionyang, existen importantes reticencias mutuas que hacen que esta relación sea, a ojos de la mayoría de expertos, un "mal necesario" para ambas partes.
Aunque ambos regímenes comunistas mantienen lazos diplomáticos desde 1949, sus relaciones han estado marcadas por importantes roces. Basta resaltar que, pese a que Kim se ha reunido con Xi en China en cuatro ocasiones desde 2018, en siete décadas los líderes chinos solo han realizado cuatro visitas a Corea del Norte. La de Xi será la primera en 14 años.
4) ¿Una tercera cumbre Kim-Trump?
Al encuentro de esta semana en Pionyang le seguirá la cumbre del G20 en Osaka (Japón) el 28 y 29 de junio, donde estarán Xi, Putin y también los presidentes de EE.UU. y Corea del Sur, Donald Trump y Moon Jae-in, todos ellos figuras de peso en el diálogo sobre desnuclearización.
Además, Trump viajará inmediatamente después a Seúl. Xi ya ha dicho que quiere ayudar a impulsar el diálogo y a su vez ha insinuado que apoya la opción norcoreana de un desarme gradual acompañado del relajamiento progresivo de sanciones, una oferta que Washington rechazó en Hanói.
Queda por ver si esta rueda de contactos puede desembocar en una nueva cumbre entre Kim y Trump, que recientemente recibió una carta del líder norcoreano que calificó de "cálida y hermosa".
5) Sacar a Hong Kong de los focos
El viaje de Xi viene también marcado por la grave crisis desatada durante los últimos días en Hong Kong, donde un polémico proyecto de ley de extradición se ha encontrado con la oposición de diversos sectores de la sociedad local, provocando multitudinarias protestas. La situación ha dejado en jaque a la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, con lo que China podría aprovechar la visita para desviar la atención hasta que se calmen los ánimos en la excolonia británica.