La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, exigió este lunes a Corea del Norte que se disculpe por sus dos presuntos ataques contra el país vecino y que han desatado una de las mayores crisis militares de los últimos años entre los dos países.
La jefa de Estado surcoreano anunció en una reunión con su gabinete que, de no obtener las disculpas norcoreanas, continuarán funcionando los altavoces que emiten propaganda contra el régimen de Kim Jong-un en la Zona Desmilitarizada (DMZ) y que han desatado las iras de Pyongyang.
Además, amenazó con tomar nuevas medidas de represalia contra Corea del Norte tal y como anunció previamente el Ministerio de Defensa, informó la agencia surcoreana Yonhap.
Corea del Norte había amenazado al Sur con una acción militar en caso de no apagar loa altavoces el pasado sábado, aunque este ultimátum ha quedado en vilo después de que los gobiernos de ambos países convocaran ese día una reunión de alto nivel para tratar de solucionar la crisis.
Altos funcionarios de Seúl y Pyongyang siguen reunidos en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, en un maratoniano encuentro que este lunes se prolongó por tercer día sin anunciarse avances.
Se cree que el estancamiento en el debate responde precisamente a las inflexibles posturas de ambas partes respecto a la cuestión de los altavoces y las disculpas que Seúl exige a Pyongyang por los dos ataques de los que le acusa.
Corea del Norte ha negado rotundamente su implicación en la explosión de minas que el 4 de mayo causó graves heridas a dos soldados surcoreanos que patrullaban cerca de la frontera, y tampoco reconoce haber disparado primero en el intercambio de artillería que tuvo lugar el pasado jueves.
Mientras, las fuerzas armadas de ambos lados permanecen preparadas para el combate, en un ambiente marcado por la tensión.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.