El Congreso de Perú decidió mantener, por unas horas más, la expectativa sobre la crisis que lo enfrenta con el Ejecutivo, al pasar para este miércoles la votación de un pedido de confianza sobre la reforma política que, en caso de ser rechazado, puede llevar a la disolución del Legislativo.
El parlamento postergó la resolución del tema durante la noche del martes, cuando aún se esperaba la intervención de una decena de parlamentarios en el pleno, al que acudió en la mañana del primer ministro, Salvador del Solar, para sustentar la solicitud.
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, informó que ante la extensa lista de oradores pendientes era necesaria la suspensión hasta las 09.00 horas del miércoles (10.00 hora chilena).
Al salir del hemiciclo legisladores como el conservador Salvador Heresi señalaron que esto permitirá una "mayor reflexión" entre los integrantes de las diferentes bancadas.
La medida se tomó tras un crispado debate en el pleno, en el que fueron recurrentes las acusaciones de la oposición fujimorista y aprista de que el presidente Martín Vizcarra intenta controlar el Congreso e incluso que va camino a ser un dictador.
Legisladores afines al gobierno y de agrupaciones de izquierda sostuvieron, por su parte, que el fujimorismo es "obstruccionista" y quiere mantener el bloqueo a investigaciones por presunta corrupción en el país, además de la prerrogativa de la inmunidad parlamentaria, que Vizcarra ha señalado que, en muchos casos, es "impunidad".
Sin embargo, con el transcurrir de las horas se pudo apreciar una moderación en la intención final de las bancadas, que llevó a analistas a señalar que es probable que se llegue a un acuerdo para que el Congreso otorgue la confianza.
Si este miércoles el Parlamento rechaza el pedido de confianza, Vizcarra estará facultado constitucionalmente para disolverlo, dado que se trataría del segundo voto en contra en lo que va de esta Administración, que asumió en julio de 2016 Pedro Pablo Kuczynski.
El Congreso ya rechazó, en septiembre de 2017, otorgar la confianza al primer ministro Fernando Zavala, y obligó a la renuncia de todo el gabinete de Kuczynski, al que su vicepresidente Vizcarra sucedió de manera constitucional en 2018 tras su dimisión por sus vínculos con la empresa brasileña Odebrecht.
Una medida similar implicará que el gabinete en pleno del primer ministro Del Solar, en funciones desde marzo pasado, tenga que renunciar; mientras que Vizcarra quedará expedito para disolver el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas para completar el período 2016-2021.
Sin embargo, por tratarse de una disolución, y no un cierre pleno, la Comisión Permanente mantendrá sus funciones hasta que asuma el nuevo parlamento.