Especialistas de instituciones estatales de Perú analizan las aguas del río Bajo Urubamba, en el sur del país, afectadas por un derrame de líquidos de gas natural en la ruta del gasoducto de Camisea, informó este miércoles la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP).
Los análisis están a cargo de funcionarios del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin).
La fisura en la tubería se produjo el pasado sábado a la altura del kilómetro 8,9 de la instalación por un deslizamiento de tierras a causa de las fuertes lluvias caídas durante el mes de enero, según argumentó la compañía.
Los líquidos del gas natural cayeron al río Kemariato, un afluente del Bajo Urubamba, en cuyas riberas están asentadas numerosas comunidades nativas de indígenas amazónicos.
Empresa desplegó brigadas de apoyo médico
TGP aseguró que el gasoducto está en buenas condiciones y permite continuar con el bombeo de los líquidos de gas natural para atender con normalidad al mercado local mientras culminan las actividades de reparación del incidente, consistentes en asegurar la zona, lo que implica el traslado aéreo de maquinaria y equipos.
La compañía afirmó que desplegó brigadas de apoyo médico en las poblaciones cercanas al derrame para atender posibles problemas de salud de la población.
Sin embargo, la comunidad nativa de Miaria, cercana al lugar del derrame, pidió al Gobierno que sancione a TGP por presuntamente haber ocultado la fuga y no haberles advertido del peligro que suponía consumir el agua y los peces del río, circunstancia que conocieron sólo mediante los medios de comunicación locales.
El alcalde de la Municipalidad Provincial de La Convención, Wilfredo Alagón, aconsejó a la comunidades nativas de Camisea, Kirigueti y Nuevo Mundo no pescar ni bañarse en el Bajo Urubamba hasta que se confirmen los daños ambientales ocasionados por el derrame.