El gobierno de Perú recuperó la momia de un bebé de 2.000 años de antigüedad que formaba parte de la colección de un museo de Estados Unidos, anunció este martes el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La momia tiene unos 50 centímetros de longitud y está envuelta en un fardo de sogas que la cubre por completo, a excepción de la cara, que queda al aire.
Este vestigio de los ritos funerarios de las civilizaciones del Antiguo Perú es posiblemente de origen aimara, población indígena que se ubica en el altiplano peruano, a orillas del río Titicaca y en la frontera con Bolivia.
La momia estuvo en exhibición durante varias décadas en el Museo de Ciencia e Historia Corpus Christi de Texas (Estados Unidos), a donde llegó en los años 60 procedente del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
Un informe técnico del Ministerio de Cultura de Perú estableció su autenticidad y determinó que su origen es la sierra sur de los Andes peruanos.
El museo optó por devolver la momia al Consulado General de Perú en Houston tras las gestiones iniciadas por la Embajada peruana en Estados Unidos.
La entrega se concretó el pasado 4 de enero y el Ministerio de Relaciones Exteriores espera trasladar la momia a Perú el jueves 7 de febrero.
La Cancillería peruana ha conseguido recuperar más de 7.000 piezas en los últimos ocho años pertenecientes al patrimonio arqueológico y cultural del país.
Entre las piezas más llamativas repatriadas en los últimos meses está una máscara funeraria de la civilización preincaica Sicán, que estuvo durante diecinueve años en litigio en Alemania.
También un telar de civilización Mochica, entregado por el Museo de Etnología de Leiden (Holanda), así como las pinturas "La creación de Eva", robada en 1992 de la capilla Virgen del Rosario del municipio de Hualahoyo; y "Santa Bárbara", perteneciente a la Escuela Cusqueña.