La parte querellante pedirá contra Abimael Guzmán, detenido desde 1992, y el resto de los cabecillas del grupo cadena perpetua y el pago de 900 millones de dólares.
El juicio contra el líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y otros once miembros de la jefatura de esta organización terrorista comenzó este lunes en la Base Naval del Callao, en Lima, en medio de fuertes medidas de seguridad.
En el proceso, que se inició a las 10:55 horas (15:55 GMT) y está a cargo del presidente de la Sala Penal Nacional, el magistrado Pablo Talavera, la acusación pedirá para los cabecillas de Sendero Luminoso la cadena perpetua y el pago de una reparación civil de más de 900 millones de dólares.
Abimael Guzmán, alias "Camarada Gonzalo" o "Presidente Gonzalo", así como los demás miembros del Comité Central de Sendero Luminoso, están acusados de terrorismo en agravio del Estado y homicidio calificado.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación, constituida tras el fin de la larga guerra interna de Perú (1980-2000), verificó que de los casi 70.000 muertos que originó la violencia, más de la mitad fueron víctimas del terrorismo senderista.
Abimael Guzmán reapareció ante los medios de comunicación tranquilo y con buen estado de ánimo, según comprobó en la sala de la Base Naval del Callao, donde es juzgado y donde también ocupa desde su detención, en septiembre de 1992, una celda de máxima seguridad en situación de aislamiento.
El "Camarada Gonzalo", con gafas y vestido con chaqueta negra, fue sentado en la sala al lado de Osman Morote, el número tres de la banda, con quien sonrío y conversó antes del inicio del juicio.
También se encuentra en la sala la compañera sentimental de Guzmán y número dos del comité central, Elena Iparraguirre, acusada de los mismos delitos y quien también presentó un aspecto tranquilo.
La Justicia peruana ha impuesto fuertes restricciones a la prensa y los informadores tan sólo han podido acceder a la sala con "papel y bolígrafo", sin teléfonos móviles, cámaras fotográficas o de televisión y sin grabadoras.
Mientras tanto, en los alrededores de la Base Naval del Callao unos 300 policías velan por la seguridad, tras haberse encargado de trasladar a la cúpula de Sendero Luminoso desde las distintas prisiones en las que están encarcelados hasta la sala procesal. (EFE)
