Este lunes se iniciará un nuevo proceso a Abimael Guzmán, quien se encuentra detenido en El Callao desde 1992, cuando fue capturado.
La justicia de Perú pedirá en el nuevo proceso contra el líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, que se iniciará el próximo lunes, la cadena perpetua y una reparación por 909 millones de dólares.
El "Camarada Gonzalo", como también se conocía al máximo líder del grupo maoísta, que causó más de la mitad de las 69.000 víctimas de la guerra interna sufrida por el país andino, será procesado por los delitos de terrorismo en agravio del Estado.
Además, el expediente señala que la pareja de Guzmán, Elena Iparraguirre, número dos de la banda, y catorce miembros del Comité Central comparten junto a Guzmán el pedido de cadena perpetua y el pago de la cuantiosa reparación.
El próximo lunes se iniciará el juicio oral contra los 16 senderistas en la Base Naval del Callao (oeste de Lima), bajo medidas extremas de seguridad que incluyen la prohibición de ser transmitido por las emisoras de radio y televisión.
Este es el segundo intento de la judicatura de procesar por la vía civil a Guzmán, de 70 años y preso en una cárcel militar desde 1992, ya que en noviembre del pasado año se disolvió la sala que lo quiso juzgar por ásperas discusiones de los magistrados.
El proceso que se le sigue se celebra después de que en 2003 el Tribunal Constitucional decidió anular todas las sentencias dictadas por el fuero militar contra esos terroristas durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
Para este nuevo juicio al que era considerado por sus seguidores como "la encarnación del pensamiento más elevado en la historia de la humanidad", los miembros de la Sala hicieron un expediente donde describen cómo funcionaba la organización terrorista que dirigió Guzmán desde la clandestinidad, desde fines de los años 70.
Incluye la masacre a machetazos de 69 campesinos que perpetraron los senderistas en Lucanamarca (Ayacucho) en 1983, en venganza porque se les enfrentaron, según denunció la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en su informe final de 2003.
Además, la justicia señala como prueba de que Guzmán ordenó la masacre -donde fallecieron 20 niños- la llamada "entrevista del siglo" en El diario, el órgano de prensa de los senderistas en 1988, donde él "acepta (la masacre de Lucanamarca) como un exceso" pero dice que "es parte de la guerra revolucionaria".
También se agrega el control y manejo de El diario y la academia preuniversitaria César Vallejo, que servía de fachada para captar jóvenes para el movimiento que, según señaló la CVR, "llevó la ideología fundamentalista y la organización totalitaria a sus extremos" y que "tuvo una falta absoluta de respeto a la vida".
En las conversaciones grabadas de Guzmán con los miembros de la CVR, dijo que "ha habido una política genocida por parte del Estado y lo que vemos es que (la justicia) nos quiere imputar el haber llevado adelante un gran genocidio, un baño de sangre".
El fundador de Sendero Luminoso no se movió de Lima desde 1978, fecha en que entró en la clandestinidad terrorista hasta su captura, el 12 de septiembre de 1992, en la capital peruana.
Antes de iniciar sus acciones en 1980 en la ciudad andina de Ayacucho fue profesor universitario de Filosofía en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, donde conoció a su esposa, Augusta La Torre, "camarada Norah", quien falleció en 1988 en Lima, y el destino de cuyo cadáver es un misterio hasta hoy para los peruanos.
Guzmán acumuló, según los estudiosos, "todo el poder de la banda terrorista, porque además de ser presidente del partido, es presidente del comité militar y el organizador de la 'nueva república' que pensaba fundar".
El senderista fue capturado con una decena de sus lugartenientes, lo que marcó la derrota política y militar de la banda maoísta, que desde entonces tuvo una actividad cada vez más esporádica y sin contundencia, en la zona selvática del Alto Huallaga, en la selva central y en la de Ayacucho.
Sendero Luminoso sembró el terror en el país andino durante las décadas de los 80 y 90 en un conflicto que dejó más de 69.000 muertos y pérdidas económicas por valor de unos 25.000 millones de dólares. (EFE)
