A partir de enero los bancos británicos examinarán periódicamente las cuentas de sus clientes y podrán cerrar o bloquear las de los inmigrantes en situación ilegal.
En virtud de la Ley de Inmigración de 2016, los bancos estarán obligados, a partir de 2018, a efectuar controles para crear lo que el Gobierno denomina un "ambiente hostil", que disuada de permanecer en el Reino Unido a personas con visa caduca, a quienes se ha denegado asilo y a los delincuentes extranjeros pendientes de deportación.
Según informa hoy The Guardian, las entidades comprobarán el estatus de sus clientes con referencia a una base de datos suministrada por el Ministerio del Interior, donde constan los detalles de las personas sospechosas de estar en situación ilegal por los motivos anteriores, que son alrededor de 6.000.
Un portavoz ministerial dijo al diario que los chequeos bancarios -aprobados por el Parlamento en 2016- forman parte del plan del Gobierno para "combatir la inmigración ilegal". Por esto aseguró que el resto de los ciudadanos "no se verán afectados".
En caso de detectar los nombres incluidos en la base de datos, los bancos podrán cerrar o congelar esas cuentas, cuyos titulares podrán recuperar su dinero una vez hayan salido del Reino Unido.
"No se puede confiar"
El director del Consejo por el bienestar de los inmigrantes, Satbir Singh, declaró al periódico que "los inmigrantes y minorías étnicas con pleno derecho a residir aquí se verán afectados por la imposición de estos nuevos controles".
La organización argumenta que pasados errores del ministerio del Interior demuestran "que no se puede confiar en que se aplicará correctamente el sistema".
The Guardian recuerda que, como parte de la estrategia gubernamental, se multará además a quienes alquilen viviendas a inmigrantes en situación ilegal y a quienes los contraten, y se efectuarán más comprobaciones de los carnés de conducir, entre otras acciones.