"Los bastardos lo han conseguido conmigo, pero no lo conseguirán con todos", dijo el antiguo espía ruso Alexander Litvinenko, crítico con el presidente Vladimir Putin, antes de morir el jueves en Londres por supuesto envenenamiento.
Así lo afirmó en una entrevista con el periódico británico The Times, publicada este viernes, a través de su amigo Andrei Nekrasov y desde su habitación del University College Hospital, donde estaba internado tras agravarse su estado de salud.
Litvinenko, ex agente del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB soviético) y refugiado en el Reino Unido desde 2000, murió sin que los médicos pudieran establecer las razones del repentino deterioro de su salud, pues en tres semanas perdió el cabello y su sistema inmunológico se deterioró considerablemente.
En su entrevista a través del cineasta Nekrasov, el antiguo agente dijo que quería vivir, si bien reconoció que era posible que no venciera la batalla contra una sustancia química letal que destruía sus órganos vitales, agrega The Times.
"Sasha (Litvinenko) era buen mozo, fuerte y un hombre de coraje", pero el ex espía "parecía un superviviente de un campo de concentración nazi", afirmó Nekrasov, quien relató que su amigo estaba muy débil y visiblemente dolorido.
"He pasado por muchas cosas en Rusia y Chechenia, pero este es el crimen más horrible que he visto en mi vida", agregó el amigo.
"Ha sido un asesinato sádico, lento. Ha sido perpetrado por alguien tremendamente cruel, sin corazón", afirmó Nekrasov.
El pasado martes fue el último día que Litvinenko pudo comunicarse, pero pudo sugerir que su aparente envenenamiento era prueba de que el Kremlin tenía sus blancos, añadió el cineasta.
"Esto es lo que se necesita para demostrar que uno ha dicho la verdad", dijo Litvinenko a Nekrasov.
El ex espía se refería a las afirmaciones contenidas en un libro en el que acusaba a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio en Moscú en 1999 para ayudar a Putin a llegar a la presidencia, subraya The Times.
El director de cuidados intensivos del University College, Geoff Bellingan, admitió este jueves que, pese a las pruebas realizadas, no estaba claro qué causó el grave estado de Litvinenko.
Los médicos descartaron que el ex agente haya sido envenenado con talio, una especie de raticida que es inodoro, incoloro e insípido, capaz de causar la muerte con sólo un gramo.
La investigación del supuesto envenenamiento está en manos de Scotland Yard, que lleva a cabo "extensas pesquisas" para establecer la causa de la enfermedad del ex agente.
El ex espía enfermó el pasado día 1 tras reunirse en secreto con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el mundo del espionaje, en un restaurante japonés en el centro de Londres, según la prensa británica.
Al parecer, Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, que Litvinenko trataba de averiguar.
El Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia ha negado cualquier implicación en el aparente envenenamiento de Litvinenko.
"Todas las acusaciones vertidas contra el SVR parecen, como mínimo, poco convincentes", declaró Serguéi Ivanov, jefe de prensa del SVR, a la agencia Interfax. (EFE)