La Federación de Rusia anunció la expulsión de cuatro diplomáticos británicos, quienes tendrán que abandonar el país en un plazo de 10 días, en una medida de respuesta a la decisión análoga que adoptó el lunes pasado Londres por el caso de la muerte del ex agente moscovita Alexandr Litivinenko.
"Al embajador del Reino Unido (Tony Brenton) se le ha entregado una nota en la que se declara 'persona non grata' a cuatro funcionarios de la embajada británica en Moscú", dijo Mijaíl Kaminin, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
El portavoz añadió que a partir de ahora los funcionarios rusos no visitarán el Reino Unido, y además Moscú no estudiará peticiones de visados para los funcionarios británicos.
Kaminin subrayó que el Kremlin va a actuar simétricamente en todos los asuntos relativos a visados con el Reino Unido, que cuando anunció la expulsión de los cuatro diplomáticos rusos adelantó que endurecería el régimen de expedición de visados para funcionarios moscovitas.
"Hasta que no se reciban explicaciones, los representantes oficiales rusos no solicitarán visados británicos y las peticiones de visados de los representantes oficiales británicos no serán examinadas", dijo.
Además, anunció que Rusia suspende la cooperación con el Reino Unido en la lucha contra el terrorismo en señal de protesta por las acciones de Londres en relación con el caso de Andréi Lugovói, cuya extradición fue solicitada por la Justicia británica y denegada por Moscú.
"Para nuestro gran pesar, las medidas anunciadas por Londres hacen imposible la ulterior cooperación entre Rusia y el Reino Unido en la causa de la lucha contra el terrorismo", señaló Kaminin.
El pasado lunes Londres dio también 10 días de plazo a cuatro diplomáticos rusos para abandonar el Reino Unido, debido a la negativa oficial de Moscú de satisfacer la petición de extradición de Lugovói, principal inculpado del asesinato en Londres del antiguo agente secreto ruso Alexandr Litvinenko.
Según la Fiscalía británica, hay pruebas suficientes para procesar a Lugovói por el asesinato de Litvinenko, quien murió el 23 de noviembre pasado de 2006 envenenado con Polonio 210.
El fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, dejó abierta la posibilidad para que Lugovói sea juzgado en territorio ruso si las autoridades británicas aportan pruebas suficientes en su contra.
En tanto, Moscú asegura que Londres no puede demandar la extradición de Logovói cuando se ha negado a hacer lo propio con personeros -como un líder chechén- refugiados en el Reino Unido. (EFE)