El negociador jefe del "brexit", Michel Barnier, admitió este jueves que no se han logrado "progresos decisivos" en los aspectos principales sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), como los derechos de los ciudadanos y el acuerdo financiero, durante la tercera ronda de negociaciones.
"No hemos logrado ningún progreso decisivo sobre los temas principales, si bien la discusión sobre Irlanda ha sido fructífera", declaró el político francés en una rueda de prensa conjunta con el ministro británico para el "brexit", David Davis.
Barnier también asumió que "al ritmo actual" de las conversaciones, el equipo negociador se encuentra "lejos de constatar un progreso suficiente" para poder recomendar al Consejo Europeo el inicio de las discusiones sobre la futura relación entre Bruselas y Londres.
Los veintisiete jefes de Estado y de Gobierno de los países que que permanecerán en el club comunitario tras la marcha británica habían previsto que para octubre de este año se lograría un progreso suficiente en asuntos como el acuerdo financiero, los derechos de los ciudadanos y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Así, en la cumbre europea de ese mes esperaban dar luz verde al inicio de una segunda fase de conversaciones centrada en la futura relación entre el Reino Unido y los Veintisiete, aunque fuentes comunitarias ya reconocieron la semana pasada que será difícil cumplir esos plazos.
"Estoy preocupado. El tiempo pasa rápido, es un plazo temporal corto y cada día que pasa nos acercamos a la fecha de salida del Reino Unido de la Unión Europea, el 29 de marzo de 2019 a medianoche", dijo Barnier, quien se preguntó si para entonces será posible una retirada ordenada, opción preferida del francés y su equipo, o si Londres abandonará la Unión sin un acuerdo.
No obstante, el negociador jefe de la Comisión Europea (CE) admitió haber logrado "auténticos progresos" sobre el área común de viaje entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda y que se ha "clarificado" el trabajo pendiente en la cooperación entre el norte y el sur a partir del Acuerdo de paz del Viernes Santo.
"Pero el tiempo presiona para alcanzar, como nosotros deseamos, un acuerdo global", recalcó el excomisario europeo.
Sobre los derechos de los ciudadanos también reconoció que se habían aclarado algunas cuestiones, pero instó a "ir más lejos para tranquilizar" a los británicos que viven en la UE y a los comunitarios que residen en el Reino Unido.