El ministro británico de Exteriores, William Hague, dijo este domingo que el centro de escuchas GCHO actúa dentro de la legalidad, después de que se haya publicado que registra datos de internet a través de un programa secreto estadounidense.
En un programa dominical de la BBC, Hague afirmó que la actuación del centro de escuchas y decodificación de los servicios secretos británicos, ubicado en Cheltenham, está siempre "autorizada, es necesaria, proporcionada y va dirigida" contra posibles amenazas.
Los británicos que cumplan la ley "no tienen nada que temer" de los servicios secretos, apuntó Hague, que mañana hará una declaración sobre esta polémica ante la Cámara de los Comunes.
El responsable del Foreign Office evitó responder sobre la relación de los servicios secretos británicos con el programa secreto "Prism" de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), responsable del ciberespionaje estadounidense.
Ese programa permite ingresar directamente en los servidores de nueve de las mayores empresas de Internet estadounidenses, entre ellas Google, Facebook, Microsoft y Apple.
La filtración de The Guardian
Documentos privados filtrados al diario The Guardian señalan que el Reino Unido ha recopilado en secreto información privada de esas empresas de Internet desde al menos junio de 2010 sorteando la legalidad, a través de "Prism" y en cooperación con la NSA.
A este respecto, William Hague calificó como "una tontería" pensar que el GCHQ pueda actuar fuera de los circuitos legales.
"La idea de que los trabajadores del GCHQ se estén ocupando de cómo sortear las leyes británicas con otra agencia en otro país es algo ilusorio, es una tontería", dijo el responsable del Foreign Office en el programa dominical de Andrew Marr en la BBC.
Para Hague, el marco legal en el Reino Unido "es muy fuerte" y, en el mismo sentido que lo hicieron esta semana las autoridades estadounidenses, señaló que es preciso buscar un equilibrio entre la privacidad y la seguridad de los ciudadanos.
"Si pudiéramos contarle al mundo o al país cómo actuamos en este aspecto, creo que la gente se sentiría muy reconfortada pues entenderían que los ciudadanos que cumplen la ley no tienen nada de lo que preocuparse", apuntó.
Pero, agregó Hague, "si así lo hiciéramos, destruiríamos el objetivo (de esta tarea). Esto es un trabajo secreto y es secreto por una razón".
Esta semana, el diario The Guardian y The Washington Post publicaron que la NSA y el FBI tienen acceso a millones de registros telefónicos del operador de telecomunicaciones Verizon durante períodos de tres meses, tras la autorización de un reducido grupo de jueces federales.