Gobierno de Fernández reconoció públicamente el pronunciamiento de Mujica.
Canciller trasandino solicitó a países del Mercosur prohibir este tipo de navíos.
El canciller argentino, Héctor Timerman, agradeció este lunes al Gobierno de Uruguay el pronunciamiento realizado la semana pasada por el presidente José Mujica, cuando anunció que su país no permite el ingreso de buques con bandera de las Islas Malvinas a los puertos de su país.
"El Gobierno argentino le agradece a Uruguay la posición que ha tomado, ha cumplido con su palabra", dijo Timerman ante sus colegas del Mercosur, durante la reunión del Consejo del Mercado Común, en el que intervienen los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía del grupo.
Timerman aprovechó también para pedir a los socios del Mercosur que impidan el ingreso a sus puertos de buques con lo que calificó de bandera "ilegal" de las islas Malvinas en solidaridad con el reclamo argentino de soberanía sobre el archipiélago, que está bajo dominación británica desde 1833.
El canciller afirmó que el "enclave colonial" en las Malvinas es "un cuchillo clavado en el corazón de América Latina".
"Más que nunca debemos demostrar la solidaridad que siempre hemos tenido", dijo el ministro al hablar en la sesión plenaria de cancilleres del grupo, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y con Venezuela en proceso de adhesión.
Esta es la primera vez que Argentina reacciona públicamente luego de que la Armada uruguaya interceptara este sábado a un pesquero español con bandera de las Islas Malvinas en aguas compartidas con Uruguay.
El pesquero con la bandera "ilegal"
El sábado pasado el pesquero español "Villa Nores", cuya base de operaciones está en el puerto de Montevideo, zarpó de la capital uruguaya a los caladeros del Atlántico Sur y cuando salió a las aguas de uso común del Río de la Plata fue contactado por el guardacostas "Mantilla", de la Armada argentina.
Al parecer el buque de guerra requirió información por radio al pesquero y le informó de que había entrado en aguas argentinas sin autorización y debía parar sus máquinas para ser abordado.
Ante esta situación, el barco español consultó a su armador y regresó a aguas jurisdiccionales exclusivas de Uruguay escoltado por un avión de patrulla marítima uruguayo, que tomó contacto con las dos partes para evitar mayores incidentes.
