La ex premier británica caminó ante los medios y aceptó por breve momento posar para los gráficos que se encontraban frente al recinto al que llegó por estar "ligeramente mareada".
La ex primera ministra británica Margaret Thatcher, de 82 años, abandonó sonriente el hospital en el que fue internada el viernes por la noche tras sufrir un mareo.
Con un vestido rosa y su inseparable bolso negro, Thatcher salió por sus propios pies del hospital St Thomas (centro de Londres), a cuyas puertas posó brevemente para la prensa gráfica antes de subir a un Jaguar de color oscuro.
Pocos minutos después, la ex jefa de Gobierno conservadora, conocida mundialmente como la "Dama de Hierro", llegó a su casa del céntrico y selecto barrio londinense de Belgravia.
La baronesa saludó con la mano a los periodistas y respondió con un casi inaudible "sí" a la pregunta de si se sentía mejor.
Thatcher pasó la noche en el hospital, adonde fue trasladada tras sentirse indispuesta el viernes durante una cena celebrada con un grupo de amigos en la cercana Cámara de los Lores, aunque en un principio se informó de que el suceso había ocurrido en su casa.
"Se siente mucho mejor, más animada", afirmó Mark Worthington, secretario privado de la ex líder del Partido Conservador.
Worthington aclaró que la antigua primera ministra se sintió "ligeramente mareada y débil" y "sus piernas le fallaron un poco", si bien no llegó a desmayarse.
La hija de la baronesa, Carol, dijo que su madre fue trasladada al hospital como medida de "precaución", dada su avanzada edad y su "historial de pequeñas apoplejías".
"Hoy -agregó la hija- tenemos una buena noticia. Ella está bien".
La salud de la "Dama de Hierro", quien dirigió el país desde 1979 a 1990, se viene resintiendo desde 2002, cuando sufrió una serie de apoplejías y dejó de pronunciar discursos en público por recomendación médica.
Los amigos de la baronesa comentan que la mayor parte del tiempo está lúcida, aunque a veces pierde el hilo de las conversaciones porque le falla la memoria.
La última vez que Thacher apareció en público fue hace unas tres semanas, cuando inauguró una enfermería para ancianos en un hospital del barrio londinense de Chelsea y visitó la nueva sede central del Partido Conservador, donde se desveló un busto suyo. (EFE)
