La primera ministra británica, Theresa May, anticipó "duras" negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea y aseguró que su gobierno trabajará para conseguir que el país sea "independiente".
En su discurso de clausura del congreso anual del Partido Conservador en Birmingham, May dijo que es prematuro saber cuál será el resultado de las negociaciones con los países comunitarios, pero insistió en que serán "duras" y requerirán un "ceder y tomar".
"El Reino Unido es un país diferente" tras la votación en el referéndum del 23 de junio a favor de la salida de la UE -"brexit"-, apuntó la jefa del gobierno, quien, no obstante, afirmó que hará esfuerzos para que las empresas sigan comerciando con Europa.
En su intervención, en la que destacó el giro al centro político que marcará su Gobierno, May insistió en que su gabinete tendrá que cumplir con la voluntad expresada por los británicos en la consulta.
La primera ministra subrayó que fue la "callada determinación" de los británicos lo que les llevó a "desafiar las amenazas" sobre las consecuencias de una retirada de la UE al apoyar el "brexit".
La política "tory" recordó que activará el próximo mes de marzo el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de dos años de negociaciones, y que se presentará en el Parlamento el proyecto de ley para derogar el acta que incorporó al Reino Unido en la UE en 1973.
"Entonces las leyes del Reino Unido se harán en (el Parlamento) de Westminster y los jueces no se sentarán en (el tribunal europeo) de Luxemburgo, sino en los tribunales británicos", añadió.
"La gente dijo que quería estas cosas y este gobierno conservador las cumplirá", insistió la primera ministra, quien puntualizó que el Partido Conservador defenderá siempre el libre mercado y que atenderá los problemas de falta de vivienda asequible y de buenas escuelas estatales en muchas zonas británicas.