La primera ministra británica, Theresa May, dijo este lunes que el atentado del sábado, que causó siete víctimas mortales y tres terroristas abatidos, fue "un ataque contra Londres y contra el Reino Unido, pero también contra el mundo democrático".
En una comparecencia en su despacho de Downing Street, la líder conservadora indicó además que la alerta por amenaza terrorista contra este país se mantendrá en "severa", el segundo nivel más alto en una escala de cinco, tras el atentado, en el que además 48 personas resultaron heridas.
De esas 48 personas que tuvieron que ser ingresadas en cinco hospitales de Londres, 36 siguen hospitalizadas, 21 de ellas en "estado crítico", según los últimos datos oficiales de los servicios de emergencia.
May señaló que "tristemente" las víctimas del incidente "proceden de diferentes nacionalidades", que aún no han sido difundidas, tras presidir una reunión del comité de emergencia del gobierno para abordar las medidas de seguridad.
La policía ha identificado a todos los agresores y 11 personas permanecen actualmente detenidas, tras dejar en libertad de un varón de 55 años, según reveló.
La jefa del Ejecutivo, que reanuda este lunes la campaña electoral a tan solo tres días para los comicios generales, señaló que los agentes "trabajan ahora a fin de establecer la identidad de todas las víctimas mortales".
May elogió "el heroísmo de la policía y de los servicios de emergencia", que tildó de "extraordinario".
En el atentado, los tres agresores arrollaron con un vehículo alquilado a varias personas en el puente de Londres y después apuñalaron indiscriminadamente a varios ciudadanos en el cercano mercado gastronómico de Borough.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría del atentado cometido en el centro de Londres este sábado.